Clarence Clemons

LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN/ Clarence Clemons

En los comentarios de esta misma sección del programa pasado dedicado a Poly Styrene, cantante de X-Ray Spex, acabamos hablando de la utilización del saxofón en las bandas de aquella época. Pues bien, el pasado 19 de junio perdíamos al máximo exponente en cuanto a reconocimiento popular de dicho instrumento. Nos referimos al saxofonista de la E Street Band de Bruce Springsteen, el formidable Clarence Clemons. Parecía que nada ni nadie podía derrumbar a este fornido saxofonista, pero en la última gira con la banda, su estado físico hacía presagiar malos augurios aunque no dejó de tocar en ningún concierto de la gira. Durante el último año tuvo que ser operado tres veces por diferentes causas, hasta que un derrame cerebral complicó aún más las cosas poniendo fin a su vida.

Clarence Clemons tuvo desde pequeño mucho contacto con la música, especialmente con el Gospel, ya que su padre era predicador baptista. A una temprana edad, su padre le regaló un saxofón. Clarence al principio no aceptó de buen agrado el instrumento, pero con el paso del tiempo lo acabó amando como a un hermano. Incluso le puso un nombre, Jerome. Debido a sus enorme envergadura y sus aptitudes físicas Clarence Clemons consiguió entrar en la universidad con una beca deportiva, así que se centró más en el deporte, y aparcó su saxofón por una buena temporada. Al final y cuando parecía que su futuro estaba en la Liga Profesional de Fútbol Americano, sufrió un grave accidente de coche que truncó su prometedora carrera deportiva. Durante su convalecencia retomó con fuerza su afición por la música y gracias a Elvis Presley, y en especial al saxofonista King Curtis, decidió intentar abrirse paso en el mundo de la música y para ello se introdujo en la escena de New Jersey. Hasta que llegó el día que cambió su vida, y también la de un tal Bruce Springsteen, ya que se conocieron, y conectaron entre ellos rápidamente, fundando para la posteridad la E Street Band. El resto es historia: conciertos, discos, conciertos, problemas con las discográficas, conciertos, triunfo mundial, más conciertos, separación, reunión y más y más conciertos…

Para el recuerdo quedarán sus solos de saxofón en canciones como Jungleland, o discos como Born to run (con el propio Clarence Clemons apareciendo en la icónica portada), The river, o Darkness on the edge of town. En solitario Clemons no se prodigó mucho, aunque es destacable su disco de 1983, Rescue. Pero su popularidad en la E Street Band le hizo posible ejercer de artista invitado con estrellas del calibre de Jackson Browne, Gary U.S. Bonds, Carl Perkins, o la mismísima Aretha Franklin, entre otros. Así que aprovechamos este pequeño espacio en Ábrete de Orejas para dedicarle un sentido homenaje a,… parafraseando a Bruce Springsteen en sus presentaciones: Al rey del mundo, al Master del Universo, a Mr. Hollywood, al hombre más grande del mundo, al saxo,… ¡The Big Man!, ¡Mr. Clarence Clemons! Nosotros corroboramos las palabras del Boss y, por supuesto, también queremos hacer un pequeño homenaje a ese instrumento tan olvidado en el mundo del Rock en nuestros días como es el saxofón.

Temas: Clarence Clemons, E street band, Los viejos roqueros nunca mueren