A LEER,…QUE SON DOS DIAS: Fragmentos- (David Tello)

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CAPÍTULO 20

Finalmente decidí que le iba a seguir el juego al F.B.I., de todas formas según fuese la conversación con Livingstone tan solo tenía que apagar el micro para que los federales dejasen de escuchar.

Cuando llamé al timbre Livingstone abrió la puerta del edificio sin preguntar quién era a través del interfono. Mientras subía en el ascensor un extraño sudor frío se apoderó de mí. Estaba nervioso, si Livingstone realmente estaba implicado y descubría el micrófono la situación se podía complicar.

Traté de tranquilizarme en esos segundos eternos que le costó subir al ascensor. Nada más salir de este me dirigí hacia la puerta de la consulta. No me hizo falta llamar, ya que la puerta estaba entreabierta. Pasé la puerta y atravesé el pasillo que daba al despacho de Livingstone. Tan pronto como vio me saludó.

-Gracias por haber venido Patrick.
-(Asentí con la cabeza, aun estaba algo nervioso)
-Bien, la sesión de hoy será algo especial.

Al mismo tiempo que estaba hablándome vi como escribía, levantó el folio y me lo enseñó; “Patrick, sé que ha hablado con el F.B.I., si lleva algún micro asienta dos veces con la cabeza y sígame la conversación.
” Me pilló completamente descolocado, no tuve más opción que seguirle el juego.

Mientras el doctor me hacía preguntas absurdas sobre mi infancia y yo las iba contestando llevábamos una conversación paralela por escrito en la que me explicó cómo salir del edificio para despistarlos, poder deshacerme del micro y más tarde reunirme con él en otra dirección.

Y por supuesto me pidió que no me fiara de aquellos “hombres de negro”, que más adelante me explicaría.

-Bueno, señor Playmouth, se nos ha acabado el tiempo por hoy. Ya verá como la sesión de hoy le va a venir muy bien en el futuro. (Claramente estaba hablando con sarcasmo hacia el F.B.I.)
-Eso espero doctor…

Nos despedimos y salí de la consulta. Comencé a seguir las instrucciones que me había dado Livingstone: subí dos plantas y me metí en el cuarto que utilizaba el conserje como almacén para los productos de limpieza.

Esperé 15 minutos. Justo hasta que Livingstone me llamó al móvil. Mientras que estuve en el cuarto de limpieza me quité el micro y lo coloqué justo en medio de un cubo lleno de trapos sucios, tal y como me había indicado.

Llamé al ascensor y bajé hasta el primer sótano. Atravesé un estrecho pasillo hasta llegar al parking. Una vez allí este conectaba, pasando por debajo de la calle, con el edificio de enfrente.

Subí las escaleras hasta la planta calle. Este edificio tenía salida a la misma calle en la que se encontraba la consulta y a otra calle que cruzaba con esta.

Salí a la calle por esta última, pero pude ver cómo uno de los dos federales estaba en el portal. ¿Debía fiarme de Livingstone y reunirme con él en la dirección que me había dado o debía hablar con el F.B.I. y contarles lo que había sucedido?

Esta vez incluso me asaltó una tercera duda. Tal vez no tenía que fiarme de ninguno de los dos y seguir investigando por mi cuenta…

CONTINUARÁ……………
David Tello
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