CRÍTICA DE CINE
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Arrugas.
Ignacio Ferreras (2011) – España
Al parecer, al gobierno en funciones le han bastado 4 años para vaciar la hucha de las pensiones, así que en el caso de que lleguemos a la jubilación, el «retiro dorado» que se imaginan algunos puede convertirse en una auténtica pesadilla. Por si fuera poco, las expectativas para un anciano de hoy en día tampoco son nada halagüeñas, y si no échenle un vistazo a Arrugas, una película de animación dirigida el año 2011 por Ignacio Ferreras, basada en el cómic del mismo título del dibujante Paco Roca, quien por supuesto también participa en la adaptación del guión para el cine.
Arrugas nos cuenta una historia habitual, la de Emilio, un anciano con principio de alzheimer que es ingresado por su hijo en una residencia de ancianos. Allí se encontrará con Miguel, un pícaro y a veces cínico anciano que le presentará a sus nuevos compañeros y le enseñará cómo es el día a día de la residencia.
No nos engañemos, Arrugas es un película de animación para adultos, aunque debería ser de visión obligada en cualquier colegio de enseñanza media. La película trata, en clave humor y con mucha ternura hacia sus personajes, la dureza de ser un anciano a día de hoy. Unos ancianos que sufren la marginación de la sociedad por no ser útiles para la vida diaria y, lo que es más triste, el «abandono» de sus hijos, que por unas cosas u otras han dejado de lado a la personas que cuidaron de ellos una gran parte de sus vidas.
Otros aspectos controvertidos aparecen en la película, por ejemplo el del funcionamiento de las residencias geriátricas, el alzheimer, la eutanasia, o la soledad que sufren los ancianos. A pesar de la dureza de muchos aspectos, el formato animado y un guión con muchos momentos cómicos aligeran (en alguna ocasión quizá demasiado) el desarrollo de la trama.
Arrugas es una proclama a favor de la dignidad, contra el olvido inmerecido y el destierro al que sometemos a nuestros mayores; es un homenaje hacia ellos y a los que algún día llegarán a serlo. También es una celebración de la vida, la amistad y el amor.
Y nos deja un claro aviso de lo que nos puede pasar a nosotros en un futuro no muy lejano si no volvemos al origen de ese respeto ancestral, casi sagrado, que se tenía antes por los mayores, donde la experiencia vivida por nuestros abuelos se convertía siempre en riqueza personal para los hijos y no una carga o un estorbo como en la actualidad.
Vean Arrugas y recapaciten, porque algo estamos haciendo mal.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Después de Lucía.
Michel Franco (2012) – México
Ya comenzó un nuevo curso escolar, muchos niños y adolescentes inician una nueva etapa con nuevos compañeros y profesores, los demás seguirán con la rutina de las clases y los recreos, las actividades extra escolares y las tareas. Pero como cada comienzo de curso, tristemente también sabemos que habrá alumnos que se sentirán rechazados y maltratados; unos por primera vez, otros tendrán que volver a soportar todavía con más aplomo, las burlas y las humillaciones de sus «compañeros».
Efectivamente hoy vamos a tocar el desagradable tema del «bullying» o acoso escolar. Para ello os recomiendo el visionado de la película mexicana Después de Lucía, una estremecedora historia que, quizá llevada al extremo en el filme desgraciadamente en gran parte de los casos de acoso escolar la realidad supera con creces la ficción.
Después de Lucía nos muestra como si fuésemos unos «vouyeurs» la vida de Tessa, una joven estudiante mexicana que se ve obligada a trasladarse a vivir desde su ciudad Puerto Vallarta a México D.F.. Allí, junto a su padre, tendrá que comenzar una nueva vida que incluye también un nuevo colegio y unas nuevas amistades. Desde el mismo comienzo el director nos va dejando imágenes de la vida diaria de Tessa y su padre para que nosotros, como observadores de lujo, vayamos intentando analizar qué es lo que va fallando para que la vida de Tessa se convierta en un viaje hacia el infierno.
¿Es el sistema educativo, es la falta de comunicación entre padres e hijos, son los profesores que miran hacia otro lado, o es la misma naturaleza de los seres humanos la que nos hace denigrar hasta límites insospechados sin motivo alguno a una persona? Todos hemos vivido más o menos cerca alguna de estas situaciones, algunos desgraciadamente en sus propias carnes, otros han visto a otra persona sufrirlas pero no las han denunciado, y tristemente algunos otros han ejercido de brazo fuerte de la ley ante compañeros indefensos. Reflexionemos el porqué de esta sinrazón que destroza psicológica y físicamente a las personas; una sinrazón a la que nunca se ha intentado poner remedio de manera clara y rotunda ni desde la administración ni desde los propios centros educativos.
Se supone que evolucionamos, pero a pesar de los avances tecnológicos, la realidad palpable es que estos nuevos medios se utilizan para denigrar y someter aún más a las victimas de ese cáncer del sistema educativo denominado «bullying». En nuestras manos está, como profesores, padres o alumnos acabar con esta escalofriante lacra de nuestra sociedad.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Bicicleta, cuchara, manzana.
Carles Bosch (2010) – España
Precisamente después de leer el artículo del mes pasado de Yolanda Garcés Royo sobre el Alzheimer, y agradeciendo la labor de la Asociación Los Calatravos, me vino a la cabeza este documental que Carles Bosch realizó sobre el ex-alcalde de Barcelona y ex-presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, poco tiempo después de anunciar que padecía dicha enfermedad.
El documental nos cuenta de manera «amable» (por expreso deseo del protagonista) las vivencias de Pascual Maragall y su familia mientras el Alzheimer, lenta pero inexorablemente, va disminuyendo la memoria de tan conocido y respetado político.
Sin entrar a valorar si la película es un homenaje en vida a Pascual Maragall o un espaldarazo publicitario en beneficio de su fundación para la investigación del Alzheimer (un asunto peliagudo después de los desvíos de fondos encontrados en otras fundaciones y sobre todo viendo alguno de los participantes en las reuniones para captar fondos), Bicicleta, cuchara, manzana es un aviso serio sobre la amenaza que se cierne sobre nosotros, ya que está comprobado que una de cada tres personas mayores de 60 años sufrirá Alzheimer y esa cifra aumentará en un futuro no muy lejano.
Descubriremos someramente lo importante que es que el enfermo sea una persona activa y positiva, y que la familia este siempre apoyándolo, ya que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa irreversible que, a día de hoy, no tiene cura. También veremos que hay muchos científicos trabajando desde hace muchos años, sin medios y sin descanso, para lograr algún fármaco que pueda ralentizar el avance de la enfermedad o diagnosticarla antes de que esté en una fase avanzada. Y a los que sólo les prestan atención gracias a que un personaje público, como en este caso Pascual Maragall y su fundación, tenga los contactos necesarios para llegar a las altas esferas del poder económico y político y agitar sus conciencias.
Poco se muestra en esta película del dolor que sufren Pascual Maragall y su familia al ver cómo una persona lúcida va perdiendo el norte y la capacidad de poder ser independiente. Nos imaginamos lo duro que es sobrellevar el Alzheimer en una familia con recursos, pero ¿por cuánto hay que multiplicarlo cuando se trata de una familia de clase media o baja?
Parece mentira que a día de hoy tengan que ser personajes públicos los que azoten la conciencia de los políticos y poderosos para que pongan su granito de arena en investigación, cuando actualmente más de un millón doscientas mil personas padecen la enfermedad en España, tercer país con más enfermos de Alzheimer del mundo. Al parecer es más beneficioso saldar la deuda de los bancos con dinero público que ayudar a los millones de familias que sufren y sufrirán los devastadores efectos físicos y psíquicos de esta y otras enfermedades.
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PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
El método
Marcelo Piñeyro (2005) – España-Argentina
Os proponemos en esta ocasión el visionado de la película «El método», basada libremente en una obra teatral escrita por el dramaturgo catalán Jordi Galcerán.
«El método» nos cuenta la prueba de selección que tienen que pasar los siete candidatos que han llegado a la criba final para conseguir en un puesto de responsabilidad en una gran empresa. Para ello, la empresa decide utilizar un método de selección bastante agresivo, el método Grönholm, que consiste en unas pruebas para hacer interactuar a los propios candidatos y ver cómo son su personalidad y sus capacidades. Cada prueba irá eliminando uno a uno a los candidatos hasta llegar al vencedor o vencedora final, que se llevará el ansiado cargo.
La película, con sus altibajos, sobre todo cuando incluye escenas que no aparecen en la brillante obra de teatro, hace que el espectador tome parte por uno u otro candidato según avanza el metraje. Los candidatos muestran poco a poco su verdadera personalidad, y buscarán cualquier tipo de artimaña para sacar de la prueba a sus oponentes, olvidándose de la ética o cualquier atisbo de moralidad o respeto. Todos los candidatos tienen el perfil del típico ejecutivo con éxito, para los que el fin casi siempre justifica los medios. De mayor o menor edad, todos los seleccionados se han convertido en lo que el capitalismo salvaje y la globalización siempre ha buscado: deshumanizar a la persona y convertirla en una peligrosa máquina de producción de beneficios a costa del resto de los mortales.
Este filme refleja bien el efecto de una generación de ejecutivos adiestrados para el triunfo personal, una generación que nos llevó a la gran crisis económica mundial, que precisamente sobrevino en el momento en que la obra teatral se representaba por todo el mundo, con gran éxito por cierto. De hecho, el método Grönholm se comenzó a practicar y desarrollar en el ejército nazi que estaba preparando Hitler para comenzar la Segunda Guerra Mundial, y con él buscaban entre sus militares más destacados a los más capacitados para encabezar sus tropas, así que mientras estaban siendo observados por psicólogos eran sometidos a diversas pruebas entre ellos.
Mientras veas «El método», quizás te identifiques más con uno u otro personaje, quizás con ninguno, pero lo que está claro es que viendo algunas de sus reacciones un escalofrío helado te recorrerá el cuerpo, el mismo que si intentas imaginarte hasta dónde serías capaz de llegar tú para conseguir un gran puesto de trabajo.
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PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Gasland
Josh Fox (2010) – USA
Aunque no se haya cerrado la puerta por completo, afortunadamente el tema del fracking hidráulico está paralizado en nuestro país. Y es que parece ser que a algunos de nuestros políticos les llegó información contrastada lo suficientemente persuasora para que se opusieran a esta práctica tan agresiva de extracción del gas natural. Seguro que todos ellos recibieron esta película documental titulada «Gasland» estrenada el año 2010, premiada en el Festival Sundance y nominada a los Oscars. Y seguro que después de verla no les hizo falta seguir buscando más información sobre los posibles efectos nocivos del fracking.
El proyecto de «Gasland» surgió el año 2008 cuando Josh Fox recibe una carta de una compañía de gas natural en la que le ofrecen 100.000 dólares a cambio de su permiso para arrendar y montar pozos de extracción de gas en sus tierras. Josh Fox no sabía qué decisión tomar al ser la primera vez que en su región iba a realizarse el fracking, así que decidió viajar a otras zonas de EEUU donde esta práctica llevaba años haciéndose y a otras en los que se había comenzado más recientemente.
A partir de aquí se iniciará una aterradora road movie llena de desesperanza y amargura, en la que los protagonistas reales del documental muestran su total impotencia y abatimiento por la situación que viven ellos y sus familias por culpa del fracking. Ríen por no llorar, asisten resignados y engañados a un futuro nada halagüeño, se sienten amenazados por las compañías del gas (que compran su silencio) y por los políticos que han aprobado leyes que van en contra de una ley tan básica como la del agua. Se sienten desamparados, desprotegidos por su propia administración que calla y mira hacia otro lado ante una realidad evidente. Y es que hay mucho dinero en juego y unos pocos se reparten los trozos del pastel.
Los datos que recibimos mientras transcurre «Gasland» son abrumadores, pero son las imágenes las que nos hacen echarnos las manos a la cabeza. Esto parece una película de terror de serie B sólo que ¡¡es real!!
Después de asistir incrédulos y aterrados al visionado de «Gasland», el remate serán los argumentos esgrimidos por los productores de gas en su defensa, cuando por fin les piden que den explicaciones en el Congreso. Más inquietante es el futuro que nos aguarda, cuando vemos que las compañías de gas quieren trasladar el fracking a Europa y a los países del tercer mundo (donde seguro tendrán vía libre para hacerlo).
En fin, te recomiendo que veas «Gasland» con toda tu familia (mayores y pequeños) y que reflexiones en voz alta sobre un mundo en el que todo vale para el enriquecimiento de unos pocos que pagan la complicidad de la clase política y el silencio de las víctimas, sin importar los devastadores efectos que el fracking produce en la naturaleza y los seres humanos.
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PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Un Dios salvaje
Roman Polanski (2011) – Francia
Un adolescente agrede a otro con un palo, pocos días después los padres de ambos se reúnen para arreglar el asunto. Este es el argumento principal de «Un Dios salvaje», la película que te proponemos en esta ocasión.
Dirigida sobriamente por el mítico director polaco Roman Polanski, la película demuestra haber sido escrita para el teatro, y es que el guión de Yasmina Reza había sido todo un éxito en los teatros franceses, y en esta ocasión entre ella y Polanski lo adaptaron para el cine.
«Un Dios salvaje» nos muestra muchas más cosas de las que en apariencia esta agria comedia deja entrever. Podríamos pararnos a pensar en la educación que damos a nuestros hijos, el por qué se han comportado así, si son un reflejo de nosotros mismos, o si han actuado así porque no les hemos prestado la atención que merecen. Es curioso que los adolescentes que han sido el detonante de todo lo que va a suceder en la película a partir de entonces no aparezcan para nada en ella y, aunque el peso recae en sus padres, todo parece girar en torno a sus hijos, ¿o no?
Poco a poco y según avance la película iremos conociendo a las dos familias reunidas: el matrimonio cuyo hijo fue agredido, protagonizado por Jodie Foster y John C. Reilly, que reciben en su casa a los padres del adolescente agresor, protagonizado por Christoph Waltz y Kate Winslet. Ellos cuatro nos irán mostrando sus diferentes personalidades y maneras de afrontar el problema acaecido con sus respectivos hijos: las posturas están claras y las mínimas diferencias que pueda haber se van a limar con una declaración de hechos conjunta y un café con tarta.
Y a partir de aquí iremos descubriendo el alma del ser humano, su mezquindad, su avaricia, su ego desmedido, su egoísmo, una imagen patética, que ilustra bastante bien el perfil medio de cualquier familia de clase media occidental.
No os cuento nada más. Os animo a que la veáis en versión original, ya que los actores están a un gran nivel (en especial Christoph Waltz y Jodie Foster), y entre puñalada y puñalada siempre encontraremos una pizca de humor necesario para digerir este drama disfrazado de comedia.
Además de ser corta de por sí (sólo dura 80 minutos), la película se os pasará en un santiamén mientras observáis estupefactos la deconstrucción de la típica familia burguesa de hoy en día. Quizás te veas reflejado en ella, o quizá no, pero lo que está claro es que esta película no te dejará indiferente.
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