PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
“Los idus de marzo”
George Cloonie (2011) – Estados Unidos.
Ya que dentro de pocos días volveremos a sufrir en nuestras carnes una innecesaria y reiterativa campaña electoral repleta de gastos, estaría bien echar un ojo a la película «Los idus de marzo». La película americana bien dirigida por George Clooney (que además es uno de los principales protagonistas del film) nos cuenta las vicisitudes de Stephen Meyers, el joven asesor de campaña del candidato demócrata a las primarias estadounidenses, Mike Morris.
Meyers, tan ilusionado e idealista como inocente, confía ciegamente en su jefe y candidato, y cree que verdaderamente Morris tiene la clave para mejorar la situación del país. A partir de aquí se sucederán sin descanso una serie de intrigas, golpes bajos, traiciones y corruptelas incluidas en la vorágine de una vertiginosa campaña electoral que podremos observar desde su mismo epicentro.
La lucha encarnizada entre los asesores de los partidos Demócrata y Republicano por conseguir los apoyos de los senadores, o arrancar los votos necesarios para vencer en un estado, se convierte en una auténtica jungla llena de trampas donde todo vale, y la honestidad y los valores morales brillan por su ausencia. También ocupan un destacado papel los medios de información, quienes son manejados por la maquinaria electoral de los partidos contrincantes a su antojo.
En fin, nada nuevo bajo el sol, y es que desde el mismo título de la película («Los idus de marzo» hace referencia a la época de la Roma de Julio Cesar justo en los días que fue asesinado) está claro que, desde sus inicios, el mundo de la política que proclama la honradez y el servir al pueblo como sus dos fundamentales valores, pronto cambió por el todo vale por llegar al poder y mantenerlo a costa de lo que sea.
Sí amigos lectores, la realidad supera la ficción, y es que este país en el que nos ha tocado vivir se lleva la palma en cuanto a corruptelas y variadas tramas políticas que día tras día
salpican a una cada vez más aborregada opinión pública que parece mirar a otro lado. ¿Será que nos merecemos tener a estos políticos?
Echa un vistazo a «Los idus de Marzo», descubrirás los entramados de la maquinaria electoral, guiños a la propia campaña del por entonces candidato a la presidencia Obama, y situaciones que nos hacen reflexionar sobre el modo americano (copiado cada vez con más exactitud por los europeos) de elegir a los candidatos, o el sistema bipartidista al que en España nos encargamos de aproximarnos mediante una ley electoral bastante discutible.
Después de toda esta pantomima política que han representado los partidos elegidos por los ciudadanos en las últimas elecciones, en la cual han sido incapaces de llegar a un acuerdo para gobernar España, han quedado retratados. Así que lo que nos muestra la película «Los idus de marzo», no por conocido y repetitivo deja de ser desasosegante para el ciudadano de a pie que sólo tiene noticias de sus políticos casualmente cada cuatro años.
PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
“Germinal”
Claude Berri (1993) – Francia.
En estos tiempos en los que nos ha tocado vivir la crisis más severa en lo que llevamos de siglo (y lo que nos queda) es bueno volver a visionar películas como «Germinal» de la que hablaremos en las próximas líneas.
«Germinal» es una superproducción francesa basada en la novela de Émile Zola, publicada en 1885, y que sitúa la acción de la misma en torno a 1860 en una zona minera del norte francés cerca de la frontera con Bélgica.
El director Claude Berri nos presenta en «Germinal» una épica dura y realista película en la que nos muestra las terribles condiciones de vida de los obreros de las minas galas, tanto en su trabajo como en las miserables casas en las que viven hacinados, donde la intimidad es un lujo inexistente.
Con una puesta en escena espectacular y una fotografía que remarca la suciedad y la oscuridad con la que convivían estos desdichados obreros, la película nos presenta a las clases obrera y burguesa con sus virtudes y sus defectos.
Bajo unas condiciones de vida deplorables, un salario mísero que no alcanza para comer y con unas medidas de seguridad mínimas, los obreros se enfrentaban cada día a la incertidumbre de si volverían a salir de ese oscuro abismo llamado mina. Además, se encontraban con el abuso de la dirección de la empresa, que cada vez que los beneficios bajaban, recortaban aún más el escaso salario de los obreros, ¿os suena?
Esta angustiosa situación que vivieron millones de obreros en todo el mundo fue la semilla que hizo germinar la lucha obrera y sindical, y que los trabajadores comenzaran las huelgas a pesar de suponer un sufrimiento y un número de muertes muy grande. Gracias a ellos, hoy disponemos de nuestros derechos (quizás convendría reflexionar sobre los que estamos perdiendo hoy en día sin hacer nada por remediarlo).
Cuando veas la película podrás cerciorarte de que, a pesar del paso del tiempo y de las mejoras que se consiguieron, las desigualdades sociales siguen existiendo, así como la explotación infantil, el abuso de las mujeres, el todo vale para las grandes empresas. Curiosamente los personajes tampoco han variado mucho: allí están el socialista, el anarquista, el esquirol, el trabajador ejemplar, el capataz y el jefe de la fábrica, la traición entre los propios obreros, la utilización de la fuerza pública por parte del poder, etc.
No os cuento nada de los protagonistas de la película, descubrid sus azarosas existencias vosotros mismos; pensad en que vuestros tatarabuelos vivieron esa época tan distinta a la nuestra y lucharon por un mundo mejor para las generaciones venideras. ¿Qué hemos aportado nosotros para las nuestras?
Pero que no os eche atrás tanto dolor y sufrimiento. Entre tanta oscuridad siempre aparece la llama del amor que hace ver algo de luz al final del túnel (nunca mejor dicho).
Y para cerrar el círculo sería muy aconsejable leer «Germinal», la novela de Émile Zola que, como sucede siempre, supera a la adaptación cinematográfica.
Que los padres son capaces de todo por sus hijos es un hecho bastante demostrable. Pero, ¿hasta que punto es lícito moral o ético tomar según que decisiones? Este es el principal caballo de batalla de «Bacalaureat» (Los exámenes), película realizada por Cristian Mungiu un director acostumbrado a mostrar fieles retratos de la sociedad Rumana que tan bien conoce.
Interesante película llena de exámenes de la vida para los protagonistas, exámenes de relaciones humanas, de filosofía, de ética, de psicología e incluso de ciencias políticas. Exámenes tan importantes como los que tiene que aprobar la joven Eliza para labrarse un futuro mejor.Pero el catalizador de esta historia es Romeo, su padre que tiene claro lo que quiere para su hija (aunque no lo tenga tan claro en lo que respecta a su vida propia), y está dispuesto a vencer todas las dificultades que van apareciendo mientras transcurre el filme.
Curiosamente la sociedad Rumana que nos muestra «Los exámenes», es bastante más parecida a la Española de lo que podámos imaginarnos,la situación de los jóvenes, de las instituciones, no son muy diferentes de nuestra realidad, si no te lo crees no tienes más que darle una oportunidad a la película.
A pesar de los más de 120 minutos de metraje, «Los exámenes» no se te hará larga,porque las intrigas van acumulándose,bastante tendrás con ponerte en el lugar de los diferentes protagonistas y situaciones y reflexionar que harías tú en su lugar o como reaccionarias en cada una de ellas. Así que preparáte para transitar por esta dolorosa, turbia y descorazonadora historia reflejo de una sociedad podrida em la que el fín siempre justifica los medios.
Como dice una canción del grupo Kortatu titulada «La cultura», «los exámenes son el fin al que dedicas tu propia vida», y ha llegado el momento de los exámenes finales, ¿los has preparado bien, tienes intención de copiar, o quizás las dos cosas?
PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
“No tengas miedo”
Montxo Armendariz (2011) – España
Desgraciadamente día tras día nos llegan noticias sobre pederastia y abusos a menores en los informativos, una lacra que parece imposible de eliminar de la sociedad. Y yo me pregunto, ¿en qué estamos fallando? Una buena manera de conocer una de las múltiples variantes de este tema es ver esta película del realizador Navarro Montxo Armendariz.
Armendariz, fiel a su estilo, nos cuenta en «No tengas miedo» la historia de Silvia, una joven de 25 años que desde los 7 comenzó a sufrir abusos por parte de su padre. Nos presenta una historia abierta, a veces cercana a un documental; no busca el morbo ni las imágenes escabrosas, realiza estas escenas con sutileza y buen gusto, y deja las puertas medio cerradas para que el espectador no pueda verlas, y tenga que imaginarse el infierno por el que tiene que estar pasando Silvia.
El peso del reparto de la película recae principalmente en dos personajes: el padre (protagonizado por Lluís Homar), en apariencia un padre tranquilo afable y ejemplar que se convierte en un auténtico monstruo cuando se queda a solas con su pequeña niña; y la televisiva Michelle Jenner, que hace el papel de Silvia ya en su madurez, un espectacular cambio de registro de todo los papeles que había hecho anteriormente, y que logra hacerse con el personaje de manera admirable.
La película nos muestra de manera hiperrealista las terribles secuelas físicas y sobre todo psicológicas que sufrirá para siempre una persona que haya pasado por este amargo trance desde su más tierna infancia. Y es que el angustioso día a día que tiene que soportar Silvia, sola, desamparada e intentando rehuir la compañía de su padre es simplemente aterrador. Para intentar evadirse de esa terrible pesadilla que le está tocando vivir, la protagonista se apoya en la música, y el sonido del instrumento elegido no puede reflejar mejor su existencia: su violonchelo y la Sonata de Bach son la banda sonora de su triste y melancólica vida. Cualquier lugar, cualquier excusa es buena para retrasar la llegada a casa, aunque se convierta en un problema que oculta otro problema.
«No tengas miedo» pasó de puntillas por las salas de cine españolas, una película que, según confesó Armendariz, estuvo llena de dificultades sobre todo con parte de las instituciones que financiaban la producción de la película, que buscaban lavar su imagen ante su demostrada relación con el abuso de menores. Al final, tras mucho esfuerzo, logró sacar adelante el proyecto, para el que se documentó ampliamente trabajando con pedagogos y psicólogos, y asistiendo a muchas terapias de personas que habían sufrido abusos.
En definitiva, os recomendamos la visión de «No tengas miedo»; os ayudará a reflexionar sobre este dramático problema. Una buena película, aunque según nuestra opinión se queda un poco coja en cuanto al personaje de la madre, que no nos acabamos de creer. Tampoco se nos muestra para nada la relación entre los padres de Silvia y la echamos en falta. Por lo demás una gran película cuyo contenido se puede resumir en una frase:
¿Cómo puede ser que la persona que más me ha querido sea la que me ha destrozado la vida?
PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Corazón silencioso
Bill August (2014) – Dinamarca
El experimentado realizador Bill August aborda en Corazón silencioso el espinoso tema de la eutanasia, introduciéndonos en la casa de una familia danesa. Las dos hijas llegan a casa de sus padres a pasar un atípico fin de semana con un desenlace, que no por anunciado deja de ser desalentador.
Y es que Esther, su madre, a la que le ha sido diagnosticada una enfermedad degenerativa, ha decidido quitarse la vida antes de que los rigores de la enfermedad le imposibiliten valerse por si misma y ser consciente de lo que ocurre a su alrededor. Para ello, después de haberlo acordado con su familia, se reúnen en la casa familiar para poder pasar las últimas horas de su vida con sus seres más queridos.
A partir de aquí juzguen ustedes mismos, porque yo, al igual que el director, me niego a tomar parte en este asunto.
Los diferentes miembros de la familia, primero reunidos en torno a la mesa, y después en las diferentes habitaciones de esa gran y preciosa casa de campo, nos van mostrando su manera de afrontar la decisión de su madre.
Sus dos hijas no pueden ser más diferentes entre si: Heidi la mayor, que acude con su marido y su hijo adolescente, y Sanne, la pequeña, lleva a su «fumeta» novio Dennis a tan macabro acontecimiento. También está incluida en la reunión Lisbeth, la mejor amiga de la madre.
El marido de Esther, Poul, médico de familia antes de jubilarse, ha acordado con su esposa que preparará una mezcla de somníferos y pastillas en cuanto sus hijas se hayan ido, que le harán dormirse primero y fallecer poco después sin sufrimiento. Tienen que hacerlo antes de que la enfermedad le vaya a más, porque en cuando perdiese movilidad en las manos, si otra persona le administrase las pastillas, se consideraría asesinato.
Desde el comienzo, y durante el transcurso de la película, el espectador podrá observar qué y cómo piensan los diferentes miembros de la familia sobre la decisión de Esther y posicionarse con uno u otro.
Y es que de un tema tan controvertido como la eutanasia surgen unas cuantas preguntas: ¿debería tener el ser humano la potestad de decidir el momento de su muerte?; ¿sólo en algunos casos?; ¿en el caso de estar imposibilitado físicamente, puede algún familiar hacerlo por el enfermo si este lo solicita?; si el enfermo estuviese en una fase terminal de su enfermedad, ¿podría incluso el médico, en consenso con la familia, poner fin a su vida?
Les animo a que vean Corazón silencioso, que a pesar de hablar de la eutanasia está llena de vida. De eso se encarga el director y la fenomenal fotografía que nos muestra los bellos amaneceres del lugar. Y un elenco de actores que bordan su papel. No nos olvidemos tampoco de la casa, otro personaje más de la película, que simboliza nuestro paso por este mundo.
Alta Fidelidad
Stephen Frears (2000) – Estados Unidos
Me acuerdo perfectamente de la primera vez que vi esta película, después de verla salí corriendo a comprar el CD de la banda sonora, dos días después fui al cine otra vez para verla de nuevo, varios años más tarde también encontré el libro en el que está basada la película y he de decir que el libro me encantó.
El argumento de Alta fidelidad es muy entretenido, ya que se entremezcla la vida de Rob en su tienda de discos y la vida de Rob fuera de su tienda de discos y ninguna va muy bien. En la tienda trabajan Dick y Barry, aunque no está muy claro quién los contrató, pasan el día escuchando música y metiéndose con los clientes que no tienen “nivel”. Mientras Rob intenta reconducir la relación con Laura, ya que le ha dejado.
Todos a los que nos gusta la música y somos un poco frikis de esto, nos gustaría tener la colección de vinilos que tiene Rob, y el tío en cada crisis realiza una reorganización de sus miles de vinilos, no sólo eso sino que es disc-jockey además y ¿quién no lo ha hecho?, le gusta hacer cintas recopiladoras. Todo un personaje. Con sus dos compañeros Dick y Barry les gusta hacer listas de las mejores canciones, “ mejores canciones de lunes” “mejores canciones para una ruptura” etc..
Mientras el argumento de la película continúa Bob sigue con esa misma manera de organizar las cosas, hace unas lista de sus relaciones e intenta entender por qué ha sido rechazado con las mujeres de su vida, así que queda con ellas para encontrar la respuesta. Todo ello mezclado con una banda sonora sensacional, grandes temas de la música pop, metidas en los momentos adecuados.
Para un servidor esta es una película de referencia, cuando la vi me encanto y siempre que la veo me entretiene y si les gusta pueden comprar el libro que es muy bueno.
Como nota curiosa la canción que canta Barry (Jack Black) al final de la peli, Let´s get it on no es play-back, la verdad que canta bien.