CRITICA DE PELICULA
La caza
Thomas Vinterberg (2012) – Dinamarca
Tras un divorcio difícil, Lucas, de cuarenta años, y con un hijo adolescente del que vive separado, intenta relanzar su vida gracias al nuevo trabajo que ha conseguido hace algunos meses.
Pero algo va mal. Un detalle. Un comentario inocente. Una mentira fortuita. Y mientras la nieve comienza a caer y las luces de Navidad se iluminan, la mentira se extiende como un virus invisible. El estupor y la desconfianza se propagan y la pequeña comunidad se sumerge en la histeria colectiva, obligando a Lucas a luchar por salvar su vida y su dignidad.
Desasosegante película que nos muestra sin tapujos las miserias humanas, la mentira, la desconfianza, los prejuicios, el miedo al qué dirán, cada una de las posturas que tomamos los humanos cuando hay que tomar partido por algo, están expuestas en esta película.
El director juega hábilmente con el espectador, y conforme avanza el metraje de la película, lo mete de lleno en un juicio de valores, dudas y desconfianza igual al que sufren todos los personajes del filme.
También utiliza la caza y todo lo que supone y representa en ese pequeño pueblo, como símbolo de tradición, camaradería e incluso iniciación a la madurez, para servirse de ella y jugar también con las dudas del espectador.
Otros aspectos como la amistad, los daños colaterales de los divorcios, la justicia, la educación o las armas, también son tratados en mayor o menor medida en una sombría película con pequeños toques de suspense y una buena fotografía.
En definitiva, cine del que te hace pensar no sólo cuando estás viendo la película, que ya es bastante pedir en estos tiempos que corren en la que sólo se fabrican filmes de usar y tirar. Así que ya sabes, aprovecha para ir a verla que todavía sigue en cartelera.
Accattone
Mi tío
Jacques Tati (1957) – Francia
En un barrio moderno y anodino, donde todo está excesivamente organizado, viven monsieur Arpel, su esposa y su hijo Gérard, que se aburre soberanamente. La llegada de su tío, monsieur Hulot, un personaje soñador y lleno de fantasía, alterará ese mundo tan aséptico, sobre todo porque no tarda en convertirse en el mejor amigo de su sobrino.
El Sr Hulot, alegre y despreocupado, tiene un sobrino Gérard, al que saca del aburrimiento cada vez que va a buscarlo a la escuela.
La contraposición del mundo moderno y la vida en el barrio es lo que nos muestra Jacques Tati en esta película que no deja de sacarte una sonrisa en cada escena.
No es una película donde la trama tenga un peso específico en la composición del guion, ya que se ha realizado uniendo una serie de gags, donde eso sí, el hilo conductor es el Sr Hulot, que siempre está metido en líos.
La forma en que está grabada me entusiasma, ya que casi todo son planos fijos, pero con unos encuadres muy originales, dando la sensación en ocasiones de que nos encontramos delante de un cuadro costumbrista y donde la acción no sólo sucede en el primer plano sino que se reparte por todo el encuadre.
El barrendero que siempre encuentra oportunidad para interrumpir un escobazo, el frutero que es un cascarrabias y desordenado, la hija de la casera que siempre saluda risueña al Sr Hulot. Siempre hay un momento para ir al bar a tomar vermut, café para discutir, conversar, vivir.
Pasando un muro que está medio derruido se va a la parte nueva y residencial que es donde vive la hermana del Sr Hulot, donde todo es muy moderno, estúpidamente moderno e incomodo, pero moderno al fin y al cabo. Entramos en el mundo donde lo importante es aparentar y es aquí donde Tati retrata a una sociedad que no usa el adelanto tecnológico para aumentar el bienestar sino para crearse mas problemas.
La hermana del señor Hulot vive en un barrio nuevo, un barrio residencial en una nueva y moderna casa, donde las cosas son muy aburridas. Su cuñado es director de una importante empresa.
El surtidor en el pez, la cocina automatizada, la puerta del garaje, el ruido ensordecedor del aspirador automático, el jardín mas absurdo que jamás puedes llegar a imaginarte.
Un estupenda película que os recomiendo a todos los seguidores de Ábrete de Orejas.
Uranio 235
En breve tendrás la programación del mes de junio de nuestro entrañable Cine Club Delicatessen, que llega cargado de buen cine. Como siempre la entrada es libre, y por si fuera poco y te quedas con ganas de más, después de cada película habrá un coloquio sobre la misma, en la cafetería que hay junto a la sala de proyección, al que por supuesto estás invitado/a.
Pickpocket
Robert Breson (1959) – Francia
Michel es un carterista que no roba por necesidad como tampoco lo hace por vicio, no es cleptómano, roba para darse a sí mismo un valor, porque el robo es el medio de expresar sus sentimientos.
Un escritor vive en una diminuta y sucia buhardilla de París y es obvio que no va a conseguir su propósito de ser escritor. La desidia, tristeza y desgana abordan al protagonista que sólo ve una salida y es la de ser carterista.
Y comienza la sensacional primera escena en las carreras, y desde este primer momento las escenas mantienen este excepcional nivel. La apatía del protagonista a todo lo que sucede a su alrededor llega al nivel de expulsar de su vida a su único amigo y a la chica que cuida a su madre moribunda que se siente atraída por él. Sólo volverá a recuperar los sentimientos y moral normal cuando descubre que está enamorado de ella, pero antes ha tenido que despojarse de todo y está destruido.
Nos encontramos ante una grandiosa película rodada excepcionalmente con un presupuesto muy bajo que cuenta con actores no profesionales. Puede parecer una película fría ante la escasez de diálogos, pero la intención del director es que la acción y los movimientos de la cámara sea lo que aporte el sentido a las escenas. Claro ejemplo es el robo en la estación de tren, una de las grandes escenas del séptimo arte, genial cómo se mueve la cámara y te guía a lo largo de la acción, memorable.
Recomiendo que le peguéis un vistazo a esta película, ya que al acabar de verla estás lleno de preguntas y de una sensación, que al menos a mí me indica que acabo de encontrar un gran tesoro cinematográfico.
Uranio 235
Despedidas
Yojiro Takita (2008) – Japón
Daigo Kobayashi, antiguo violonchelista de una orquesta que se acaba de disolver, termina vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo en una funeraria: limpia los cuerpos, los coloca en su ataúd y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá en este ritual de muerte la chispa vital que le faltaba a su propia vida.
Curiosa y original película japonesa, en la que los vivos están muertos (y no hablo de espíritus) y los muertos son preparados para la otra vida gracias a las manos del protagonista, que nunca se imaginó que su función en la vida podía llegar a ser esa.
El quejumbroso sonido del violonchelo, tan adecuado para describir las amargas sensaciones que provoca la muerte de alguien querido, es la banda sonora de la película, todo un acierto por parte del director, así como el actor protagonista y su jefe en la funeraria.
Magistral también, la coreografía de los movimientos de las manos del protagonista, cada vez que prepara al fallecido para su largo viaje, entre teatral y respetuosa, haciendo gala de la forma de ser del pueblo nipón.
Sutileza en el manejo de la cámara, en la fotografía de la película, y en los momentos duros (que son muchos), donde hábilmente el director descarga la insoportable tensión, con pinceladas de humor negro que alivian y dan un halo de esperanza y buen rollo a la película a pesar del tema sobre el que trata.
Pero todo no iba a ser perfecto, y la película según mi opinión tiene algún momento de debilidad, como es el caso de la relación entre el protagonista y su mujer, que queda un poco descuidada conforme avanza el metraje del filme, y ese final, que seguramente le valió para ganar el Oscar a la mejor película extranjera. Pero a mí se me antoja innecesario y en él se busca descaradamente la sensiblería fácil y un final made in Hollywood (aunque sea a la japonesa).
De todas maneras, es una buena película que os recomiendo, de esas que te hacen pensar en la vida, y en cómo ser un poco mejor persona, (aunque por supuesto vosotros/as ya lo seáis).
Accattone
Esta es la programación del mes de abríl de nuestro entrañable Cine Club Delicatessen, que llega cargado de buen cine. Como siempre la entrada es libre, y por si fuera poco y te quedas con ganas de más, después de cada película habrá un coloquio sobre la misma, en la cafetería que hay junto a la sala de proyección ,al que por supuesto estás invitado/a.
PROGRAMACION DEL MES DE FEBRERO 2013:
Lugar: Liceo C/Mayor 43 Alcañiz (Teruel).
Hora de comienzo: 20:00
-Miércoles 10 de abríl: Brazil (1985), Terry Gilliam
-Miércoles 17 de abríl : La lectora (1988), Michel Deville
-Miércoles 24 de abríl: Lloviendo piedras (1993), Ken Loach
-Martes 30 de abríl: Carta de una desconocida (1948), Max Ophüls
Eva Bullet
Plácido
Luis García Berlanga (1961) – España
La película tenía que llamarse “Siente un pobre en su mesa”, pero la censura franquista obligó a cambiar el nombre por Plácido, el nombre del protagonista; ya que para el régimen ese nombre no era adecuado para este tipo de filme (no sé cómo pudo colar el resto de la película).
Bajo el punto de vista del que les escribe, es una de las obras de referencia en el cine y, por supuesto, del cine en castellano. Por todo: argumento, guion, actores, dirección y crítica social. Lo que nos cuenta la película está hoy de actualidad y muy vigente.
Les cuento un poco el argumento: ciudad de provincias, para la cena de navidad unos acaudalados vecinos deciden realizar una cabalgata para promocionar una buena obra, “siente esta noche un pobre en su mesa y os sentiréis dichosos como el buen samaritano”; mientras, Plácido tiene que pagar la letra del moto-carro que le vence hoy, aunque tiene el dinero, todo se pone en su contra para pagar.
La película es el retrato de una sociedad hipócrita y falsa donde las apariencias son lo primero que hay que guardar. El humor negro y ácido impregna cada una de las escenas, que son geniales, unas escenas corales hilarantes, grabadas de una manera magistral y escritas por dos genios como Berlanga y Azcona en estado de gracia.
Se hace muy difícil elegir una de las escenas de la película, pero me quedo con todo lo que ocurre en la casa de los señores de Helguera (republicanos que han acogido al pobre por quedar bien). Esta escena se va complicando conforme avanza, cada vez sube más gente al piso creándose una atmósfera asfixiante.
Plácido sería la película que programaría todas las navidades, en lugar de la típica ¡Qué bello es vivir! Creo que esta sí que representa lo que realmente es el espíritu navideño: obrar bien durante unos días y barra libre para el resto del año.
Para los aficionados a la fotografía, adivinen qué marca de cámara fotográfica lleva Quintanilla durante toda la película.
Uranio 235
La muerte de un burócrata
Tomás Gutiérrez Alea (1966) – Cuba
La película comienza: “dedicar este film a Luis Buñuel, Ingmar Bergman, Stanl Laurel, Oliver Hardy, Harold Lloyd, Akira Kurosawa, Orson Welles, Juan Carlos Tabío, Elia Kazan, Buster Keaton, Jean Vigo, Marilyn Monroe y a todos aquellos que de una manera u otra han intervenido en la industria del cine desde Lumière hasta nuestros días”.
Ante esta dedicatoria, uno sólo puede sentarse a contemplar esta obra de arte, que lo es; con varios homenajes al cine clásico entre sus escenas, las cuales os invito que vayáis descubriendo.
Es una comedia con mucho humor negro, fina ironía y crítica ante la burocracia necesaria para deshacer cualquier error, por pequeño que sea, llena de dobles sentidos tanto en los diálogos como en las escenas.
Esa burocracia que critican en varias escenas de la película, es la misma que los funcionarios practican y que desespera al protagonista.
La película podría haber sido firmada por el gran Berlanga, no nos hubiera sorprendido, unos diálogos absurdos, escenas corales, un guion que se va retorciendo cada vez más y; siempre, siempre divertido.
Las situaciones más variopintas van apareciendo conforme la trama va fluyendo; todo empieza cuando el protagonista tiene que enterrar a su pobre tío Paco, un trabajador ejemplar, un gran escultor. Por lo que sus compañeros deciden enterrarle con su carnet laboral, para demostrar así su reconocimiento como proletario ejemplar. Cuando van a formalizar la paga de su tía (la viuda de Paco) se dan cuenta de que necesitan ese carnet y que tienen que exhumar el cadáver.
En la primera escena de la película se recrea el accidente mortal del tío (en un claro homenaje a Tiempos Modernos) con una maquina que fabríca bustos de José Martí, máquina que él mismo ha inventado.
El protagonista, igual que el agrimensor del castillo, no puede alcanzar la meta que se ha propuesto, ya que todas las circunstancias se dan en su contra.
Probablemente en alguna de las escenas que se reflejan en la película os veréis reflejados; que falta un sello, una firma, un certificado…, para realizar el más simple de los trámites. Por supuesto, todo esto se ve facilitado si tienes un “padrino” o “enchufe”, entonces los problemas se resuelven por arte de magia.
Me quedo con una escena de la película cuyo diálogo transcribo.
Burócrata: Aquí hay algo que no anda bien.
Funerario: ¿Que no anda qué?
B: Que no anda bien. Aquí aparece como que este señor anda enterrado como hace tres días.
F: Pero si está ahí.
B: Pero tiene que haber sido exhumado y eso no consta en ese libro.
F: No constará en ese libro pero ahí esta el cadáver, ahí los familiares y ahí están los papeles.
B: Lo siento mucho pero aquí consta que ese señor fue enterrado en esa misma bóveda hace tres días.
F: Pues hay algo que anda mal.
B: Bueno, pues hasta que no conste que ha sido exhumado, no se puede enterrar otra vez. Y eso usted debería saberlo.
B: Atienda al compañero.
F: Un momento, que yo estaba primero.
B: Usted no es dialéctico.
F: ¡Soy funerario y a mucha honra¡ y una cosa le voy a decir: tengo veinte años de experiencia y he enterrado a ministros, senadores, obispos, generales y doctores. Así que ustedes no tienen nada que enseñarme.
B: Ese señor no me lo entierra ¡Que le parece¡
F: Sí que lo entierro y ahora mismo.
Y una frase que aparece por el final: “esto nunca hubiera ocurrido en China”.
Cine con mayúsculas de esta gran comedia cubana que os recomiendo que veáis, como siempre con espíritu crítico.
Uranio 235
Esta es la programación del mes de febrero de nuestro entrañable Cine Club Delicatessen, que llega cargado de buen cine. Como siempre la entrada es libre, y por si fuera poco y te quedas con ganas de más, después de cada película habrá un coloquio sobre la misma, en la cafetería que hay junto a la sala de proyección, al que por supuesto estás invitado/a.
PROGRAMACION DEL MES DE FEBRERO 2013:
Lugar: Liceo C/Mayor 43 Alcañiz (Teruel).
Hora de comienzo: 20:00
-Miércoles 6 de febrero: Las invasiones bárbaras (2003), Denys Arcand
-Miércoles 13 de febrero: La regla del juego (1939), Jean Renoir
-Miércoles 20 de febrero: Zatoichi (2003), Takeshi Kitano
-Miércoles 27 de febrero: Blade Runner (1982), Ridley Scott
Eva Bullet