COMEDIA
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
La favorita
Yorgos lanthimos (2018) – Reino Unido
En estos últimos tiempos tan abigarrados de consultas electorales, sus consabidos pactos, dimisiones, incluso algún caso importante de transfuguismo, me ha venido a la cabeza una muy interesante película que pude ver hace poco tiempo. Se trata de La favorita, dirigida por uno de mis directores favoritos de los últimos años, el griego Yorgos Lanthimos, del cual ya os propuse la turbadora película Canino. Y es que, aunque la película esté ambientada a principios del siglo XVIII y sus principales protagonistas sean mujeres (esto va por el tema de la paridad), las intrigas palaciegas me recuerdan mucho a la política actual, donde para llegar a los puestos de mando de los partidos tienes que ir destruyendo a tus propios compañeros.
El cine de Lanthimos es retorcido, a veces surrealista y con muchos toques de humor negro, pero es tan personal que no se ha notado nada su primera incursión en el cine de época. Es más, yo diría que La favorita se ha convertido en una de las cumbres de su filmografía. Una historia tantas veces contada como la de los conchabeos, las maquinaciones y los pecados ocultos de la corte, adquiere una nueva dimensión bajo el prisma de la cámara de Yorgos Lanthimos.
Comenzando por el suntuoso palacio, y los no menos suntuosos vestidos, el cuidado estético en esta película es sobresaliente, la fotografía realza los claros y oscuros de la vida palaciega como pocas veces se ha visto en el cine de época, aprovechando la luz natural y sin recurrir a ningún tipo de artificio. Por si fuera poco, la música acompaña con acierto y variedad los momentos solemnes, grotescos o decadentes que irán aconteciendo en el transcurso de la historia. Pero el verdadero punto fuerte de la película son sus tres principales protagonistas, que como he dicho antes están interpretadas por mujeres, con especial atención a la Reina, protagonizada magistralmente por la actriz Olivia Colman, papel que le llevó, entre otros muchos premios, a ganar merecidamente el Oscar a la mejor actriz.
El ritmo pausado del cine de Lanthimos se mantiene en La favorita, pero te aseguro que esta singular historia te acabará enganchando y esta trama, en la que por cierto los hombres son meras comparsas, te dejará pegado en el asiento hasta el final. Además, el cine del director griego está lleno de simbolismos y metáforas que tienen mucho que ver con nuestra sociedad actual y con la idiosincrasia humana. Nada aparece sin ningún motivo y todos los personajes y situaciones que conforman la película están pasados por el filtro personal e intransferible de Lanthimos. Así que prepárate para disfrutar de esta gran comedia negra, de una película de época que, aunque con otros actores, se sigue representando a día de hoy en los escenarios del poder de nuestra sociedad.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
La Fiesta De Despedida
Tal Granit, Sharon Maymon (2014) – Israel
Hace unos días saltó a la luz una impactante noticia en nuestro país, un hombre había ayudado a morir a su mujer a petición de esta, que llevaba 30 años padeciendo de esclerosis múltiple y ya no aguantaba más el sufrimiento. De nuevo un tema tabú como este ha vuelto a ponerse en el candelero y me ha venido a la cabeza una película israelí que aborda el tema en clave de comedia de manera sutil e inteligente;una fresca propuesta que nos hará pensar,tengamos el punto de vista que tengamos sobre tan controvertido tema.
La Fiesta De Despedida trata sobre las vicisitudes de un grupo de ancianos que han creado lazos de amistad en la residencia de ancianos de Jerusalén donde conviven. Uno de ellos,aquejado de una enfermedad terminal,pide a su esposa ayuda para morir, ella a su vez pedirá ayuda a sus amigos y compañeros de residencia, ellos inventarán una máquina para practicar la eutanasia. El problema es que la noticia se extiende por la residencia de ancianos y hay más ancianos que quieren utilizarla.
A partir de estas premisas arranca esta comedia que,a pesar de tratar un tema tan espinoso como la eutanasia, lo hace desde una óptica vitalista, con naturalidad y desde las diferentes perspectivas que nos dan los diferentes personajes que aparecen en ella. La película no entra en temas religiosos, es una película de calado humanista donde prevalece la ética, que intenta no posicionarse descaradamente a favor de la eutanasia y nos va proponiendo dilemas que nos harán colocarnos a uno u otro lado según nuestra opinión sobre el tema.
La Fiesta De Despedida es una oda a la vejez, donde el amor y la vitalidad siguen siendo los puntos de apoyo de una etapa de nuestras vidas en que la sociedad arrincona a los mayores y les da la espalda. El humor sirve para sobrevivir en el ocaso de la vida, un humor negro pero sin llevarlo a los extremos, un humor apto para todos los públicos que consigue hacer llevadera la mayor parte de la película.
El elenco de actores (todos ellos de avanzada edad), logra hacer creíble una historia inverosímil en la que de la risa se puede pasar al llanto en cuestión de segundos. Quizás falte algún personaje joven que haga de contrapunto, y quizás el humor podía haber sido más corrosivo, pero La Fiesta De Despedida merece la pena ser vista, nos hará pensar cómo afrontamos el fin de nuestros días, y hasta qué punto y en qué situaciones podemos «programar» nuestra muerte. Que no te asuste el argumento, pero que tampoco te engañe el risueño cartel de la película, La Fiesta De Despedida es una tragicomedia que nos hará reír, llorar, pensar, amar, vivir y,aunque espero que sea dentro de mucho, mucho tiempo…morir.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Nebraska
Alexander Payne (2013) – EEUU.
Tuve la suerte de ver esta película al poco tiempo de su estreno en versión original, una tarde en un casi vacío patio de butacas de un cine de Madrid, y la verdad es que me fue atrapando inexorablemente fotograma a fotograma. Me sumergí profundamente en ella hasta el punto de llegar a convertirme en un «polizón» del asiento de atrás del vehículo en el que Woody Grant y su hijo emprenden un surrealista viaje desde Montana hasta Nebraska.
Nebraska es un peculiar «road movie» que, aparte de mostrarnos multitud de parajes de la América profunda, se centra en mostrarnos el paisaje interior de Woody, un anciano con evidentes síntomas de demencia senil al que le ha llegado una carta publicitaria en la que le dicen que ha ganado 1 millón de dólares, y que solo tiene que ir a recogerlos a Nebraska. A partir de entonces Woody moverá cielo y tierra para poder llegar hasta allí. A pesar de que a su familia le parece un disparate, Woody conseguirá un aliado y un compañero de viaje: su hijo David. Durante el transcurso de la película nos daremos cuenta de por qué.
Conforme avance el viaje iremos descubriendo la personalidad de padre e hijo según se vayan dando situaciones. Woody no fue el mejor padre, pero quizás tuvo sus motivos; conoceremos episodios de su juventud e incluso haremos una parada en mitad del viaje para conocer el pueblo natal de Woody y a sus familiares, que podrían pasar con nota el casting para una película de los hermanos Cohen.
Es Nebraska una película de más oscuros que claros, remarcada por una excelente fotografía en blanco y negro que refleja el poso amargo y de frustración de las vidas de los diferentes personajes que se cruzan en el camino de Woody y David. Pero tranquilos, la forma de entender la vida de ese cascarrabias que es Woody nos sacará más de una sonrisa y rebajará los momentos de tensión que se vayan creando.
Resaltar la magnífica interpretación de Bruce Dern en el papel de Woody que, a pesar de llevarse la Palma de oro en el Festival de Cannes como mejor actor, no fue nominado a esa categoría ni en los Globos de Oro ni en los Oscars. Quizás mostrar la cara real de la comunidad rural de la América profunda tuvo que ver en ello.
Os recomiendo disfrutar de este viaje expiatorio junto a Woody y David como hice yo en su día, y que por cierto ya he repetido varias veces. Viviréis un carrusel de emociones que nos irán llevando al destino final, Nebraska. Una película dura, melancólica, bella y enternecedora pero sobre todo, real.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
El Nombre
Alexandre De La Patellière, Matthieu Delaporte (2012) – Francia.
Qué difícil es encontrar en estos tiempos que corren una comedia de calidad en el mundo del cine. Pues bien, en este caso creo que con El Nombre lo hemos conseguido. En un cine francés actual en el que la saturación de comedias “amables” y con poco nivel está a la orden del día, de vez en cuando surge alguna pequeña sorpresa en forma de película, como en este caso. El Nombre es una obra de teatro escrita por Alexandre De La Patellière y Matthieu Delaporte que fue adaptada al cine por ellos mismos y estrenada (con bastante aceptación de la crítica y el público francés) el año 2012.
El argumento de la película es muy sencillo y se desarrolla todo en un mismo escenario: una vivienda donde un grupo de amigos se ha reunido para celebrar que Vincent, uno de ellos, va a ser padre. Entre bromas, y mientras esperan la llegada de Anna, la esposa de Vincent, la respuesta a si ha elegido el nombre del niño va a desatar el caos.
En paralelismo con Un dios salvaje, estrenada un año antes por Román Polansky, la película pone al descubierto las bajezas morales del ser humano, haciéndolo, eso sí, con más humor y menos acidez, pero dándole quizá más credibilidad a los personajes. De las bromas amables, se pasará al humor caústico o al cinismo en cuestión de segundos con una mezcla de ironía y sarcasmo que te hará reír pero también pensar. Se crearán situaciones tan enrevesadas como desternillantes. Como en la vida misma, cada persona es hijo de su padre y de su madre, y cada personaje representa diferentes maneras de ser y de sentir la vida. Durante el transcurso de la película sacarán a relucir sus miserias y nos demostrarán la fragilidad de la personalidad humana, tan cambiante como una veleta en un día ventoso.
También es de destacar la buena fotografía de la película y una realización ágil e inteligente que hace mover la cámara con dinamismo en un lugar tan limitado como es el salón de una casa durante los más de 100 minutos que dura la película.
El guión es notable, al igual que las interpretaciones. Quizás se podía haber contado la historia con menos palabras, y quizás las interpretaciones a veces sean un poco histriónicas, pero la velocidad de los diálogos y los cambios de humor de los actores también contribuyen a que El nombre no sea una obra de teatro monótona trasladada al mundo del cine.
Pocas veces hago esto, pero para los que no les guste ver las películas en versión original, el doblaje al castellano está muy logrado.
En definitiva, os recomiendo ver El Nombre, una comedia que no es una comedia, una obra de teatro que no es una obra de teatro, un drama que no es un drama y un nombre…que enciende la mecha de un gran castillo de fuegos artificiales.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Arrugas.
Ignacio Ferreras (2011) – España
Al parecer, al gobierno en funciones le han bastado 4 años para vaciar la hucha de las pensiones, así que en el caso de que lleguemos a la jubilación, el «retiro dorado» que se imaginan algunos puede convertirse en una auténtica pesadilla. Por si fuera poco, las expectativas para un anciano de hoy en día tampoco son nada halagüeñas, y si no échenle un vistazo a Arrugas, una película de animación dirigida el año 2011 por Ignacio Ferreras, basada en el cómic del mismo título del dibujante Paco Roca, quien por supuesto también participa en la adaptación del guión para el cine.
Arrugas nos cuenta una historia habitual, la de Emilio, un anciano con principio de alzheimer que es ingresado por su hijo en una residencia de ancianos. Allí se encontrará con Miguel, un pícaro y a veces cínico anciano que le presentará a sus nuevos compañeros y le enseñará cómo es el día a día de la residencia.
No nos engañemos, Arrugas es un película de animación para adultos, aunque debería ser de visión obligada en cualquier colegio de enseñanza media. La película trata, en clave humor y con mucha ternura hacia sus personajes, la dureza de ser un anciano a día de hoy. Unos ancianos que sufren la marginación de la sociedad por no ser útiles para la vida diaria y, lo que es más triste, el «abandono» de sus hijos, que por unas cosas u otras han dejado de lado a la personas que cuidaron de ellos una gran parte de sus vidas.
Otros aspectos controvertidos aparecen en la película, por ejemplo el del funcionamiento de las residencias geriátricas, el alzheimer, la eutanasia, o la soledad que sufren los ancianos. A pesar de la dureza de muchos aspectos, el formato animado y un guión con muchos momentos cómicos aligeran (en alguna ocasión quizá demasiado) el desarrollo de la trama.
Arrugas es una proclama a favor de la dignidad, contra el olvido inmerecido y el destierro al que sometemos a nuestros mayores; es un homenaje hacia ellos y a los que algún día llegarán a serlo. También es una celebración de la vida, la amistad y el amor.
Y nos deja un claro aviso de lo que nos puede pasar a nosotros en un futuro no muy lejano si no volvemos al origen de ese respeto ancestral, casi sagrado, que se tenía antes por los mayores, donde la experiencia vivida por nuestros abuelos se convertía siempre en riqueza personal para los hijos y no una carga o un estorbo como en la actualidad.
Vean Arrugas y recapaciten, porque algo estamos haciendo mal.
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PELICULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Un Dios salvaje
Roman Polanski (2011) – Francia
Un adolescente agrede a otro con un palo, pocos días después los padres de ambos se reúnen para arreglar el asunto. Este es el argumento principal de «Un Dios salvaje», la película que te proponemos en esta ocasión.
Dirigida sobriamente por el mítico director polaco Roman Polanski, la película demuestra haber sido escrita para el teatro, y es que el guión de Yasmina Reza había sido todo un éxito en los teatros franceses, y en esta ocasión entre ella y Polanski lo adaptaron para el cine.
«Un Dios salvaje» nos muestra muchas más cosas de las que en apariencia esta agria comedia deja entrever. Podríamos pararnos a pensar en la educación que damos a nuestros hijos, el por qué se han comportado así, si son un reflejo de nosotros mismos, o si han actuado así porque no les hemos prestado la atención que merecen. Es curioso que los adolescentes que han sido el detonante de todo lo que va a suceder en la película a partir de entonces no aparezcan para nada en ella y, aunque el peso recae en sus padres, todo parece girar en torno a sus hijos, ¿o no?
Poco a poco y según avance la película iremos conociendo a las dos familias reunidas: el matrimonio cuyo hijo fue agredido, protagonizado por Jodie Foster y John C. Reilly, que reciben en su casa a los padres del adolescente agresor, protagonizado por Christoph Waltz y Kate Winslet. Ellos cuatro nos irán mostrando sus diferentes personalidades y maneras de afrontar el problema acaecido con sus respectivos hijos: las posturas están claras y las mínimas diferencias que pueda haber se van a limar con una declaración de hechos conjunta y un café con tarta.
Y a partir de aquí iremos descubriendo el alma del ser humano, su mezquindad, su avaricia, su ego desmedido, su egoísmo, una imagen patética, que ilustra bastante bien el perfil medio de cualquier familia de clase media occidental.
No os cuento nada más. Os animo a que la veáis en versión original, ya que los actores están a un gran nivel (en especial Christoph Waltz y Jodie Foster), y entre puñalada y puñalada siempre encontraremos una pizca de humor necesario para digerir este drama disfrazado de comedia.
Además de ser corta de por sí (sólo dura 80 minutos), la película se os pasará en un santiamén mientras observáis estupefactos la deconstrucción de la típica familia burguesa de hoy en día. Quizás te veas reflejado en ella, o quizá no, pero lo que está claro es que esta película no te dejará indiferente.
Accattone