DRAMA
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Sole
Carlo Sironi (2019) – Italia
Tema peliagudo el que nos presenta Sole, la ópera prima del director italiano Carlo Sironi. Esperemos que esta película le abra puertas para continuar su carrera cinematográfica ya que, a pesar de no ser una obra redonda, todo apunta a que este nuevo director pueda convertirse en uno de los nuevos referentes del cine italiano e incluso europeo -me atrevería a decir-.
Sole nos cuenta la gris vida de Ermanno en una pequeña ciudad costera cercana a Roma. El joven pasa su vida jugando a las máquinas tragaperras mientras subsiste a base de pequeños robos. Un día su tío le propone darle dinero si acepta ser marido de una joven polaca embarazada para que cuando ella tenga el bebé simulen que no pueden hacerse cargo de él y el tío, como tutor legal, pueda adoptarlo. Ermanno se tiene que encargar de cuidar de Lena, la joven polaca, durante todo lo que quede de gestación. Para ello su tío le ha dejado un piso y le va a suministrando dinero para lo que vayan necesitando mientras tanto.
Y aquí comienza esta historia en la que, aparte de la gestación subrogada, el director nos va a ir mostrando otros temas no menos importantes como la situación actual de muchos jóvenes que viven en barrios periféricos de las ciudades, provienen de familias desestructuradas y cuyo futuro no es nada halagüeño: paro, delincuencia, droga, empleo precario, etc. También nos muestra claramente las dos Europas, la pudiente que se aprovecha sin ningún tipo de reparo de la otra Europa, la menos desarrollada.
El director a pesar de ello, no sabemos si intencionadamente, no se mete en profundidad en ninguno de estos temas y deja que el espectador sea el que vaya observando y prejuzgando las situaciones que se van a ir dando durante el transcurso de la película. Ocurre lo mismo con los dos principales protagonistas, Lena y Ermanno; poco nos va a desmenuzar de la compleja personalidad de ambos, así que más trabajo para el espectador. Lo que sí ha conseguido el director es mostrarnos el alma y los sentimientos de estos dos jóvenes apáticos, herméticos, desesperanzados y muy parcos en palabras. De ahí podemos discernir que en lo que llevan de vida ha habido más sinsabores que premios, y que de afecto en el ámbito familiar han estado bastante escasos.
Con una fría fotografía de tono azulado y en un formato de cine no habitual -la película esta rodada en formato 4:3- el director nos muestra el desangelado mundo interior de la joven pareja de conveniencia con unos encuadres que hacen los espacios aún más vacíos si cabe, vacíos de vida, de emociones. La banda sonora es casi inexistente y hasta las máquinas tragaperras parecen desganadas en su habitual soniquete mientras avanzan las jugadas.
De los actores poco puedo decir, el personaje de Ermanno es de pocas palabras y Lena, aunque se defiende aceptablemente en el idioma italiano, tampoco tiene muchas ganas de interactuar con su desconocido marido convertido ahora en guardián de ella y de su futuro bebé. Así que tiene mérito que estos dos jóvenes y desconocidos actores hayan sabido crear con toda la contención que les exigen sus personajes dos sólidos trabajos en los que prácticamente con la mirada y con nula gesticulación nos tienen que mostrar su enrevesado mundo interior.
En definitiva, os aconsejo que veáis Sole, una propuesta muy interesante por su fondo y sus formas, y que aunque es exigente con el espectador, creo que la experiencia es bastante enriquecedora. Cine de autor que nos coloca un espejo de la realidad en el que necesariamente debemos mirarnos.
Accattone
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
My Mexican Bretzel
Nuria Giménez Lorang (2019) – España
Este mes os presento la gran sorpresa, en mi modesta opinión, de los Premios Goya del cine español. Se trata del documental My Mexican Bretzel que, aunque no consiguió ninguna estatuilla, estuvo nominado a mejor documental y mejor dirección novel.
En primer lugar, os recomiendo que no busquéis ningún tipo de información sobre este documental aparte del que vais a poder leer en este artículo; es más, yo os recomiendo que no lo hagáis con ninguna película, porque la cantidad de información a nuestro alcance hoy en día es tal que nos ponemos delante de la pantalla demasiado condicionados. Siempre es mejor ver una película sin apenas conocer nada sobre ella y percibirla sin ningún tipo de prejuicio si queremos poder emitir sobre ella un juicio de valor personal e intransferible, es decir, verla sin ninguna expectativa para poder disfrutarla más. Así que simplemente os voy a poner en situación para que os pique el gusanillo y os acerquéis a esta original y creativa manera de hacer cine -en este caso documental- que nos propone con este su brillante debut la directora Nuria Giménez Lorang.
El origen de este documental está en el viaje que hicieron la directora y su madre a casa de su abuelo en Suiza tras su fallecimiento. Allí, al recoger sus pertenencias encontraron en el sótano medio centenar de bobinas de cine que recopilaban momentos de la vida de sus abuelos: viajes, celebraciones, etc. En total la directora tenía a su disposición unas 30 horas de grabación que tuvo que digitalizar y montar hasta dar forma a esta pequeña maravilla que es My Mexican Bretzel. Así pues, la película es un homenaje a sus abuelos, ¡y qué homenaje!. Seguro que si la pudieran ver estarían muy orgullosos de su nieta y de lo que ha conseguido con ese material y probablemente se quedarían boquiabiertos, como un servidor, al acabar de verla.
Así que prepárate para una sesión de vídeos caseros y familiares, pero no temas, no te aburrirás ni pasarás vergüenza ajena como cuando vas a casa de algún conocido y te clavan a traición el vídeo de su boda o, peor aún, el de la comunión de su hija. Sin necesidad prácticamente de sonido y con subtítulos cual si fuera una película muda el documental, que parece que pasa a convertirse en una película, te va atrapando hasta el final y ya no te soltará jamás.
El montaje de la película es notable, las imágenes y situaciones nos trasladan a esa Europa de los años 40 y llega hasta los años 70, pero lo que realmente realza la película es un excepcional guion que hace que las imágenes y las atmósferas a las que nos conduce la película resalten todavía más. Como ya os he dicho la música casi no existe y el sonido ambiente aparece en pocas ocasiones. En mi opinión, quizás sí que se echa en falta algo de sonido ambiente, pero es sólo mi apreciación personal. Otro gran acierto de la directora es haberse decantado por contarnos la historia con subtítulos y no haberlo hecho con una voz en off, que hubiese resultado monótona y cargante. Así, el documental se convierte en una especie de novela que vamos leyendo mientras vemos las imágenes de la vida de los abuelos suizos de la directora.
Encomiable el trabajo de más de seis años de recopilación, digitalización y montaje que hace de My Mexican Bretzel un producto original y se convierte en un soplo de aire fresco en el panorama del cine nacional e internacional me atrevería a decir. Un documental que, aparte de sus abuelos, homenajea al cine clásico, a las grabaciones caseras (el instagram de los años 40), las novelas de amor, y nos deja con ganas de seguir las enseñanzas de ese sabio, escritor o filósofo desconocido que tanto cita su abuela.
Accattone.
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
The assistant
Kitty Green (2019) – Estados Unidos
Este mes os quiero presentar a la joven y prometedora directora australiana Kitty Green. Hasta el momento su filmografía estaba compuesta por dos documentales y un cortometraje, todos ellos con un nexo en común: una mirada crítica al papel que ocupan las mujeres en la sociedad actual. Con su primer largometraje, The assistant, mantiene esos mismos registros y la capacidad de convencer a la crítica que siempre ha premiado todas sus creaciones en diferentes festivales de cine independiente.
The assistant nos cuenta la rutinaria vida laboral de Jane, una joven cuya ilusión es ser algún día productora de cine y que, después de graduarse en la universidad comienza a trabajar como asistenta para un importante ejecutivo de una no menos poderosa empresa audiovisual. Como quien dice, Jane es el último mono de la empresa, la primera en llegar y la última en irse, intenta hacer bien su trabajo y acaba cada día agotada, pero el estrés y la rutina de su jornada laboral no serán la mayor de sus preocupaciones.
Esta podía haber sido una polémica película basada en hechos reales y hubiese tenido muchísima más relevancia en los medios de comunicación de la que está teniendo. Pero nada más lejos de la realidad; su directora busca alejarse de la publicidad gratuita y enfoca la historia desde el lado completamente contrario y de una manera aséptica. Nos muestra, cual si fuese un documental, la vida de Jane, que podría ser la de muchísimos jóvenes que se adentran con ilusión en el mundo laboral por primera vez en su vida.
Naturalmente, te darás cuenta de que esta película tiene muchas similitudes con el famoso caso de Harvey Wenstein, detonante del movimiento de denuncia #Metoo, y su gran virtud aparte de contarnos la historia desde dentro sin referirse a ella en ningún momento, es cómo además nos ofrece con una precisión que asusta lo que nuestros hijos se van a ir encontrando en sus trabajos -si es que los consiguen- y el precio que van a tener que pagar por intentar mantenerlos. Clara queda la posición dominante del poder en todos los estamentos de la empresa, la individualidad a la que están abocados los trabajadores, que tienen miedo a perder su posición porque saben que hay muchos por debajo esperando a ocupar su puesto. Esta forma de trabajar de las grandes empresas crea, además de estrés, una especie de autodependencia del trabajo que aísla cada vez más al empleado de su círculo familiar y amistades.
La directora nos muestra la película de una manera que hace que la asfixiante jornada laboral que cual día de la marmota comienza Jane cada día se vaya metiendo en nuestro cuerpo y nos haga sentirnos tan impotentes como a ella; nos sentiremos solos, utilizados, hasta se nos hará un nudo en la garganta y apretaremos los puños con rabia cuando veamos a Jane luchar por mantener a flote su dignidad.
Con una limpia y fría fotografía y una banda sonora casi inexistente, tendremos que estar atentos a los pequeños detalles de Jane en su trabajo, una mirada, una conversación lejana que se escucha en la oficina de al lado, un simple saludo o despedida, hasta la manera de sentarse o de limpiar una taza de café son importantes en esta película que deja caer todo su peso en una joven actriz, Julia Garner, que está comedidamente sublime.
Así que os recomiendo que veáis The assistant sin caer en su trampa, porque cuando acabe os va a dar la impresión de que no ha empezado todavía. Poned los cinco sentidos en ella y no dejéis escapar ni el más mínimo detalle, porque la película vale más por lo que no muestra que por lo que cuenta, y, como en la vida real, es bastante más inquietante lo que ocultamos en nuestro interior cada uno de nosotros.
Accatone
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
La gran seducción
Jean-François Pouliot (2003) – Canadá
En estos tiempos de oscuridad, tristeza y aislamiento en los que no vemos todavía la luz al final del túnel, películas como la que os presento este mes se disfrutan más si cabe todavía. Y es que La gran seducción es una película amable y entrañable, como los habitantes de ese pintoresco pueblo pesquero llamado Sainte-Marie-La-Mauderne. Un pueblo que se encuentra en una tremenda encrucijada ya que la mayoría de sus habitantes viven del subsidio por desempleo que cada mes hacen cola para recoger con la cabeza gacha y un profundo sentimiento de vergüenza. El pueblo se está quedando deshabitado, los vecinos se marchan a la ciudad en busca de un futuro mejor, pero todavía queda una posibilidad de supervivencia: hay una fábrica que parece estar interesada en instalarse en Sainte-Marie-La-Mauderne. El problema es que para ello es obligatorio que en el pueblo haya un médico contratado, y parece imposible que ningún galeno quiera ir a trabajar a tan remoto lugar. La situación se complica aún más cuando el alcalde del pueblo emigra a la ciudad, y es en ese momento cuando su convecino y amigo Germain, el protagonista de la historia, toma el mando e intenta salvar la situación a la desesperada.
Además de ir conociendo a los peculiares habitantes de este pequeño pueblo pesquero, disfrutaremos de unos bonitos paisajes que en realidad están localizados en el pequeño pueblo de Harrington Harbour, Canadá; un lugar, por cierto, que te recordará a otra película que recomendamos en esta sección en su día, Maudie, el color de la vida, cuyos paisajes se encuentran unos pocos cientos de kilómetros más al sur. La gran seducción tiene también puntos en común con otras películas que han tratado el mundo rural, como por ejemplo Despertando a Ned, El inglés que subió una colina y bajó una montaña, Bienvenido, Mr. Marshall o la mítica y entrañable serie Doctor en Alaska.
La película se llevó el premio del público al mejor film internacional en el Festival de Sundance el año 2004, y está escrita por el cómico canadiense Ken Scott, que actúa también en la película (atentos a Richard, el informático). También es de destacar la fotografía, que te hace percibir la tranquilidad del lugar y casi sentir el aire puro del mar acariciando tu cara. Por cierto, debido a su éxito esta película tuvo un remake 10 años más tarde, con el mismo título y la misma nacionalidad, así que no os equivoquéis y buscad La gran seducción del año 2003, dirigida por Jean-François Pouliot.
Nos adentraremos en la historia de Sainte-Marie-La-Mauderne, un pueblo en declive abocado a la desaparición. Podría parecer un cuento triste, pero sus habitantes se encargarán en convertirlo en una comedia llena de vida, humanidad y ternura donde la dignidad humana prevalece por encima de todas las cosas. Viviremos una serie de situaciones tan desternillantes como absurdas -incluso alguna demasiado fuera de lugar y hoy considerada delito-. Pero en fin, todo sea por la supervivencia del pueblo.
Así que os aconsejo que veáis La gran seducción, una película que os mantendrá con una sonrisa casi permanente durante todo su metraje, ideal para ver en familia y que gustará a todos. Bueno, quizás a los amantes del Jazz-fusión no tanto.
Accattone
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Nomadland
Chloé Zhao (2020) – Estados Unidos
De nuevo en esta ocasión quiero poner la atención en jóvenes directores que con sus películas han traído un soplo de aire fresco al panorama cinematográfico actual. Os presento a Chloé Zhao, directora de origen chino, criada en Gran Bretaña y que ha realizado sus estudios y su trabajo en Estados Unidos. Su última película hasta ahora ha sido Nomadland, aunque un servidor la descubrió gracias al Cine Club Delicatessen de Alcañiz que nos ofreció su anterior creación, The rider. Aunque podría decirse que ambos trabajos están al mismo nivel, seguramente esta última le dará más repercusión.
Precisamente la película The rider tuvo mucho que ver con en el hecho de que Chloé Zhao dirigiese Nomadland, y es que la reconocida actriz Frances McDormand quedó impresionada tras ver esta película y no tuvo dudas acerca de quién iba a ser la directora de la película que pensaba producir y protagonizar ella misma. Sin duda McDormand no cesó en su empeño hasta conseguir los derechos para hacer una película de un libro que le había impactado profundamente. El libro se titulaba Nomadland: Surviving America in the twenty-first century de la escritora Jessica Bruder. Así que ya tenemos directora, actriz principal y productora, y las ideas muy claras de cómo McDormand quiere que sea dirigida por Chloé Zhao. Por tanto no es de extrañar que Nomadland siga el estilo tan naturalista y en ocasiones cercano al documental de The rider. También la directora vuelve a contar con personas que realmente hacen el papel de ellas mismas y viven en la película como en la realidad. Si en The rider eran auténticos cowboys, en Nomadland son personas que viven en su furgoneta viajando por todo el país.
La película nos cuenta la historia de Fern, una mujer que en la dura crisis del 2008 ve cómo pierde su trabajo y tiene que abandonar su casa al quebrar la empresa minera donde trabajaba junto a su marido. Por si no fuera poco este fallece dejando a Fern completamente hundida y desorientada. Fern decide coger lo único que le queda -su camioneta-, y huir de todo y de todos buscando quizás encontrarse a sí misma.
Y a partir de aquí comenzaremos esta atípica road movie donde iremos conociendo paisajes y personajes que están justo en el lado opuesto del sueño americano, personas que de una manera u otra se han visto obligadas a vivir fuera del sistema de vida impuesto por el capitalismo salvaje que nos domina. Todos tienen su pequeña gran historia, cada uno está en la carretera por diferentes motivos, pero todos tienen un denominador común: el estar en contacto con la naturaleza, encontrar un sentido a la vida o más bien vivirla de manera que la vida tenga sentido para cada uno. Intentan autorrealizarse fuera de la sociedad, ya que ella les ha marginado.
Así que nuestra protagonista Fern, interpretada con una sobriedad asombrosa por parte de Frances McDormand, comienza una solitaria vida viajando por la América profunda mientras trabaja en empleos temporales para ir subsistiendo. Las diferentes personas que va a ir conociendo por el camino le irán dejando más o menos huella, y las situaciones que va a ir encontrándose le pondrán a prueba en las decisiones que tendrá que tomar sobre su vida.
La película no va a hacer juicio de valor sobre ningún personaje -muchos de ellos reales como ya he dicho- ni sobre la forma de vida de los nómadas. Simplemente de la manera más natural y con una delicadeza sublime, nos va a mostrar la dureza y la belleza de la vida y de la naturaleza, y una forma de vivir que, obligada o elegida por uno mismo, se sale del guion establecido por el sistema. ¿Estás preparado para iniciar este viaje? Mira en tu interior y descúbrelo con Nomadland.
Accatone
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Bad education
Cory Finley (2019) – Estados Unidos
Hace poco más de un año, os presentamos y recomendamos en esta misma sección de Compromiso y Cultura la película Purasangre, ópera prima del joven director americano Cory Finley. Pues bien, este prometedor dramaturgo que parecía encaminar su carrera hacia el teatro ha decidido apostar por el cine y creemos que la decisión no ha podido ser más acertada en vista de su nueva obra: Bad education. La película está basada en hechos reales, concretamente en uno de los mayores escándalos de la enseñanza pública estadounidense, y de un tema que podía haber sido farragoso o moralizante, el director se saca de la manga una comedia ácida en el que no hay blanco ni negro, sino que está repleta de tonos grises.
El principal protagonista de esta historia es Frank Tassone, superintendente del distrito escolar de Roslyn, que ha llevado a esta escuela pública a los primeros puestos del ranking de escuelas con mejores recomendaciones de las universidades. Tassone es un auténtico rey del marketing que sabe vender el proyecto de su escuela tanto a padres como a universidades. Impecable en el vestir y en el trato personal, representa el control, la perfección y todo un ejemplo a seguir en su comunidad, al igual que su equipo administrativo, encabezado por la no menos competente Pam Gluckin. Juntos manejan la estrategia de expansión a todos los niveles de la escuela.
Hugh Jackman, que hace sin duda el papel de su carrera, encarna al encantador y triunfador Frank Tassone, y la siempre fantástica Allison Janney vuelve a comerse la pantalla cada vez que aparece en ella (una pena que su papel quede un poco ignorado en la segunda parte de la película). Ellos dos solos se bastan para mantener bien en lo alto toda la película. También ayuda un gran guion escrito por Mike Makowsky y que está basado en un reportaje para una revista que hizo el prestigioso periodista Robert Kolker sobre el escándalo de la escuela en la vida real.
Con toques de humor negro y sátira social, Bad education es un certero retrato del funcionamiento de los sistemas públicos americanos, de cómo influye en el desarrollo económico de una zona determinada el tener un colegio de prestigio en el mismo y de la lucha por conservar la posición que tanto ha costado ocupar. En el tablero veremos a los distintos participantes de esta inquietante película, unos participantes de los que solo vemos la cara que ellos quieren que veamos, pero que detrás esconden demasiados secretos, inseguridades, y miserias. Otros no quieren, o no les conviene, ver la realidad por mucho que la tengan delante de sus narices: hay mucho en juego, y qué padre no daría todo por que alguien le garantizara el futuro de su hijo o hija.
Como en su anterior película, Cory Finley vuelve a lanzar un dardo envenenado en dirección a esa clase media-alta tan influyente en la sociedad americana que representa unos valores que jamás ha logrado ni mantener ni respetar, y de nuevo vuelve a acertar en la diana. Poco importa que la película no sea una idea suya, y a pesar de que nos gustaría que volviese a sorprendernos con una idea propia para la gran pantalla podemos asegurar que ha vuelto a poner su sello personal en Bad education, y nos vuelve a dejar bien claro que es uno de los directores a seguir en el futuro más inmediato del cine norteamericano. Te aconsejo que no te pierdas esta película, hacerlo sería de muy mala educación.
Accattone