Alex y Christina
SALIENDO DEL ARMARIO / Alex y Christina
No podíamos olvidarnos en esta ilustre sección de ese gran dúo y mejores personas que fueron Alex y Christina: siempre guapos, limpitos y bien perfumados, que fueron la sensación del año 1988 con su hit single Chas! y aparezco a tu lado. Esperamos bien sea desde el más profundo anonimato, o saliendo del armario a dar la cara, nos cuentes todas tus vivencias y sensaciones corporales e incluso espirituales que te produjeron en tu organismo este dúo simpar, allá por tu más tierna infancia.
Sé de muy buena tinta que al igual que yo, adquiriste ese disco en su día, y que soñabas con tu príncipe azul mientras te atiborrabas de chocolatinas en la intimidad de tu habitación, escuchando una y otra vez canciones como A media luz, Septiembre, 10 años después, o Mil cambios de color. La verdad es que, después de escuchar las inocentes e infantiloides letras, y la cursi producción ochentera de moda, poco podía sospechar nuestra joven mente que éstas, y otras muchas canciones de este dúo tan particular terminaran formando parte irremediablemente de nuestro subconsciente y escondiéndose en partes todavía desconocidas de nuestro cerebro.
Nosotros tampoco podíamos sospechar que estos dos jóvenes imberbes tenían tras de sí una carrera musical anterior: con los Zombies y Tequila, Alex De La Nuez, y con Ella y los Neumáticos, Christina Rosenvinge. Alex y Cristina volvieron al ataque un año más tarde con un nuevo disco, El ángel y el diablo, en el que el dúo maduró un poquito musicalmente, y aunque no contó con un single con el gancho de Chas!…, en conjunto mejoraba bastante el anterior. En él encontramos temazos de la talla del feminista El souvenir, cuyo video causó furor en Latinoamérica, la roquera Me aburro, la comercial Mi revolución, los ritmos latinos con Pimienta y sal, o Dulce maldición (con la que participaron representando a España en el Festival de la OTI), y la bella nana Duérmete ya. Así que, con este su segundo disco, podríamos decir que Alex y Christina pasaron de la adolescencia a la madurez en poco menos de un año y un disco de diferencia.
Y cuando parecía que el tercer disco del dúo iba a suponer la confirmación de la pareja musical de moda, el compañero sentimental de Christina, el escritor Ray Loriga, la animó a que presentase en solitario las canciones que había compuesto ella misma. La compañía discográfica, viendo el potencial de los temas, rompió el contrato del disco junto a Alex de La Nuez, y ya de paso, rompió el corazón a muchos de nosotros, que nos quedamos con la miel en los labios de poder escuchar ese tercer disco que nunca llegó de Alex y Christina, lo que acabó convirtiéndose en uno de los momentos más duros de nuestra adolescencia.
Ni que decir tiene que a partir de entonces, Alex De la Nuez y Christina Rosenvinge no se dirigen la palabra. Sus destinos se separaron para siempre y es casi imposible que vuelvan a encontrarse. Según palabras de Christina en una pregunta acerca de una posible reunión del dúo, dijo: «Me parece que Alex no quiere saber nada de mí”. Así que sólo nos queda seguir poniendo una vela al patrón de los imposibles para que un día se produzca el milagro de la vuelta a los escenarios de Alex Y Christina… ¿Os imagináis?