Comenzamos sección para honrar homenaje a esas canciones que no puedes parar de escuchar una y otra vez. Y eso mismo es lo que me pasó después de ver en directo a The Kleejoss Band, presentando su segundo disco Villa modesta, en la sala La Ley Seca de Zaragoza. Estas son algunas de mis impresiones del concierto. Con un impresionante sonido, fueron descargando su set de canciones, algunas de las cuales ya conocía, pues poseo el primer disco de la banda, Wind city haze. Pero de repente unas excelentes guitarras dieron comienzo a una canción de su nuevo álbum.
El tema The ballad of the working class man (ya sólo por el título podía haberse incluido en cualquier trabajo del Boss, o de John Cougar Mellencamp) me dejó anonadado. Y esperé que en los bises volvieran a darnos una lección de Rock and Roll con ella. Pero no fue así, aunque tampoco puedo quejarme porque terminar un conciertazo con versiones de Lynyrd Skynyrd, Neil Young y un apoteósico final con el Baba o’ Riley de los Who no se disfruta todos los días. Así que todavía en estado de trance, después de la intensidad de la descarga, adquirí en el puesto de merchandising del grupo su nuevo disco Villa modesta, y desde entonces ha pasado a formar parte en la banda sonora de mi vida.
El disco está muy bien, aunque no vas a encontrar nada mejor que meterte entre pecho y espalda un concierto de la Kleejoss Band, esa esencia de una gran banda tocando en directo en un pequeño club es imposible de trasladarla incólume a un disco de estudio. Pero a pesar de todo Villa Modesta te deja con un excelente sabor de boca (de oído en este caso) en cada escucha, con grandes momentos en la totalidad de sus canciones.
Pero si hay una de ellas que te engancha desde el principio y no te suelta hasta el final es The ballad of the working class man, esa historia de un jugador al que la suerte le va a acompañar por fin, y tiene que aprovecharla. (El título como podéis comprobar es pura ironía)
La canción tiene un riff memorable y una música que te pone las pilas desde el principio. Suena en mi reproductor y en mi cabeza una y otra vez.
Así que te recomiendo que te hagas con el nuevo disco de The KleejossBand, o mejor aún, que participes en la catártica experiencia que significa asistir a un concierto suyo.
Consejos para pinchar The ballad of the working class man:
PONLA SIEMPRE:
-En los garitos donde te encuentres un caballo atado a la puerta del mismo
-En el mismo momento que disparen al pianista
-Todas las mañanas antes de salir a recoger el ganado y marcar las reses
-Acompañándola a tu almuerzo «ranchero» (huevos rotos, bacon, longaniza y todos los «Sacramentos»).
NUNCA LA PONGAS:
-En una convención de «fans» de Justin Bieber.
Han tenido que pasar crisis, pandemias, tormentas, huracanes, ¡incluso los Guns N’ Roses sacaron su Chinese democracy!, para que por fin tengamos recién horneado el primer disco del grupo alcañizano Tente, ¡ya era hora!
Grabado en tan sólo día y medio en pleno mes de julio bajo un calor sofocante en los estudios Monegrian Wood de Zaragoza, con el experimentado mando a la producción del inefable Franchi Del Desierto, este trabajo rezuma inmediatez y potencia a partes iguales. La compacta masterización de este artefacto incendiario titulado con acierto, Disco homónimo, es obra de Pedro Oliver, y fue realizada en sus estudios Tabah Mastering.
El breve silbido que es el preámbulo del inicio del álbum no nos prepara para lo que nos viene encima. El disco comienza con un vertiginoso puñetazo vertical, o si prefieres, un tortazo lateral al estilo Bud Spencer, que te pone en movimiento desde que arranca imparable el susodicho tema. Y ya desde ahí hasta el final te será imposible bajarte de ese bólido a toda velocidad que canción a canción, vuelta a vuelta, parece estar buscando la pole position para la escudería Tente.
Tente nos ofrecen todo lo que ya conocíamos de sus directos: diversión, actitud, y Punk Rock a raudales. Y lo hacen además contándonos en esas comprimidas y venenosas pastillas de cianuro, que son sus canciones,(escritas casi en su totalidad por José Manuel Tomás). Historias cercanas, aficiones, y acertadas reflexiones sobre el mundo actual que nos toca vivir a los que desgraciadamente ya rondamos la cincuentena.
Con Manuel Hernández, el nuevo batería, que parece ya establecido, se mantiene el núcleo de la banda, todos ellos son gente curtida en mil batallas y conciertos, que tienen un nexo en común: su pasión por la música, y en especial por el Rock. Ahí está el bajo quebrantahuesos de Eduardo Albalat, que para mí ya es un ídolo sólo por haber estado participando en 1995 en la famosa queimada que organizaba Paco Pérez Bryan en el Festival de Reading. O Rovi Ramone, el mejor frontman de largo del Bajo Aragón en muchos años (aunque le acaba de salir un duro competidor con Txury de los Siixs), que va a tener que defender su cetro y su voz en los próximos directos, y parece estar viviendo una segunda juventud. Mientras tanto, José Manuel Tomás «Chino» no cesará de dispararnos ráfagas de riffs con su guitarra, y ManuelHernández nos ametrallará con la pegada devastadora de su batería.
Disco homónimo es un álbum lleno de guiños y homenajes más o menos velados a series de televisión, películas, pódcast de temas paranormales, programas de radio, o grupos que nos marcaron a toda una generación: Killer Barbies, Los Nikis, y por supuesto Los Ramones. También hay una mirada a nuestro Bajo Aragón en unas cuantas canciones: ramalazos de nostalgia de los tiempos en los que el rocanrol reinaba en los bares alcañizanos y el Festival Granuja Rock nos alegraba la vida. Leyendas de casas malditas, modas que confunden a las nuevas generaciones, y por supuesto las suculentas raciones y las exclusivas cervezas del bar Doble As.
Así que te aconsejo que te hagas con la última y exclusiva pieza de Tente que falta para terminar esa construcción que empezaste en los años 80. ¡Hey ho! let’s go!
IDEAL: Para sustituirlo por tus cremas antiarrugas, escúchalo y rejuvenecerás treinta años de golpe. TE GUSTARÁ: Si te gustan Los Ramones, Los Nikis, F.A.N.T.A., Sugus, Bonzos… CANCIONES:Bud Spencer, Silvia Superstar, Noche de Halloween, Granuja, La victima, Lo vimos primero, Frankenstein, Acidez estomacal, La tormenta, Sarah Winchester, Tú a Candanchú, yo a Benidorm, Pastillas de cianuro…
WILLIS DRUMMOND/ Hala ere -Rock, Hardcore, Punk, Psicodelia
Con Willis Drummond tengo la sensación de haber cerrado mi círculo vital, que bien podría estar representado por la forma circular de la mandarina que ilustra la portada de su flamante nuevo álbum. Y es que tuve la suerte de ver al grupo de Bayona en sus inicios, cuando sin siquiera disco grabado descargaban su música en cualquier rincón de Euskalherria. Hace bien poco, en pleno Matarraña pude volver a verlos y disfrutar como en los tiempos en los que las canas todavía no poblaban mi melena. Se nota que están orgullosos de Hala ere, su nueva obra (como para no estarlo), y siguiendo el riguroso orden del álbum, las canciones que lo forman fueron cayendo una a una. ¿El mejor disco en euskera del año? Sin duda.
IDEAL: Para escuchar antes de que tu vertiginoso ritmo de vida te haga desaparecer. TE GUSTARÁ: Si te gustan Berri Txarrak, Pearl Jam, Fugazi… CANCIONES:Mandarina, Stockholmen, Western smile, Jostaleku ala infernu, Ez dugu behar…
THE SCHIZOPHONICS / Hoof it -Garage, Rock, Punk Rock
Si el mismísimo El Vez os dice después de ver un concierto con vuestra banda que le habéis volado la cabeza y os contrata para que seáis su banda de acompañamiento en su gira por España, es que no estáis haciendo las cosas nada mal. La incendiaria banda de la que os hablo se llama The Schizophonics, y Hoof it, su tercer disco, no hace más que confirmarlos como una de los grupos más punteros en lo que a estilo Garage se refiere. Salvaje como sus directos Hoof it es una buena muestra de lo que la formación de San Diego puede dar de sí en las distancias cortas, aunque, claro, lo que escuches en el disco elévalo al cubo para intentar imaginarte como puede ser el resultado en vivo.
IDEAL: Para dar una fiesta salvaje llena de granujas en tu casa, ¡no se hacen prisioneros! TE GUSTARÁ: Si te gustan The Sonics, The Lords Of Altamont, The Stooges, The Flaming Sideburns, MC5… CANCIONES: Desert girl, Hoof it,The alchemist twist, Turns to glass, Underneath the moonlight…
MARCUS KING / Young blood -Rock, Blues
Que no te engañe el título del nuevo disco de Marcus King. Lejos quedan ya los inicios de aquel jovencísimo y rubio guitarrista que asombró a propios y extraños con el hábil manejo de su Gibson. Y por mucho que siga siendo joven (27 años le contemplan), a su sangre le tiran los clásicos y es lo que se puede escuchar desde la primera a la última nota de este disco. Un álbum producido, por cierto, por el inefable Dan Auerbach, que consigue que la obra rezume aroma del mejor Rock de los 70. Con jóvenes (aunque ya no tanto), como Marcus King tenemos garantizado el legado del Rock clásico.
IDEAL: Para escuchar mientras marcas las reses en tu rancho. TE GUSTARÁ: Si te gustan Free, Creedence Clearwater Revival, Grand Funk Railroad, Whitesnake… CANCIONES:It’s too late, Rescue me, Good and gone, Blood on the tracks, Hard working man…
Si fuese confinado de por vida cual Napoleón en la Isla de Elba, y me permitiesen llevarme sólo diez discos para aplacar el desasosiego de tan mísera existencia, sin duda uno de los elegidos sería A girl called Dusty de la maravillosa Dusty Springfield. Para empezar, cuando conocí a Dusty gracias a este disco, pensaba que era americana, así que sufrí un shock al enterarme de que Dusty (cuyo nombre real era Mary Isabel Catherine Bernadette O’Brien) era más inglesa que la Reina Madre. Nació en el barrio de Hampstead en Londres, y en Londres moriría 59 años después.
Dusty estuvo de gira por USA junto a su hermano, con el grupo de Folk que habían formado llamado The Springfields, allí Dusty conoció el Soul, el sonido Motown y por supuesto el revolucionario «muro de sonido» del productor Phil Spector. Cuando The Springfields se separaron, Dusty comenzó su carrera en solitario grabando el single, I only want to be with you con el mismísimo Phil Spector, e incluso aportó ideas en los arreglos y la forma de producción de la canción, lo que nos puede hacer una idea de la personalidad y el carácter que tenía que tener Dusty sobre todo teniendo al mando al dictador de Phil Spector. Con quien verdaderamente Dusty tuvo una relación profesional fructífera fue con el compositor Burt Bacharach.
El disco está conformado por versiones de canciones que a Dusty Springfield le habían volado la cabeza en su estancia en USA, como por ejemplo Mama said, You Don’t Own Me, Do Re Mi, When The Lovelight Starts Shining Thru His Eyes, entre otras. En él, Dusty los lleva a su terreno, con esa elegante voz y unos arreglos impresionantes. El disco transcurre rápidamente mientras canción a canción van acariciando tus oídos, y por qué no decirlo, tu corazón.Este es de los discos en el que si eres un amante de la música, da igual el estilo que profeses, es ponerlo y automáticamente caer rendido a sus pies. No podrás parar de escucharlo una y otra vez.
Te recomiendo que te hagas con su reedición de 1997, en la que aparecen 8 canciones más de regalo, entre ellas está su primer single con Phil Spector, y otras joyas como He’s got something, Every day I have to cry y Once upon a time, y así la sensación de disfrute del disco será más amplia si cabe.
Retomamos esta sección que teníamos bastante olvidada, con un disco que últimamente he estado poniendo a todas horas en mi reproductor de CD. Se trata del segundo disco de la banda australiana The City Lights, El Sol, publicado por la discográfica Ivy League, y distribuido en España por Bitter Sweet. The City Lights son una pandilla de músicos con una dilatada experiencia en otras bandas de cierto renombre en Australia, y es por ello que sólo han grabado 2 discos desde que comenzasen su carrera como The City Lights allá por el 2002.
Así que si por algo se pueden destacar es por su vibrante directo, ya que tablas no les faltan, pero de lo que vamos a hablarte ahora es de su disco El Sol. No pretendas encontrar la piedra angular del rock con este disco, y es que The City Lights no han inventado nada, pero la música que vas a escuchar en este disco es todo un tratado de buen gusto y saber hacer, con un puñado de composiciones elegantes y brillantemente arregladas.
El disco empieza impetuoso y con el acento marcado de The Jam, con las dos primeras y briosas composiciones Get steady y Everyone out. Algo más tranquilo es el ritmo de la emotiva Never let you go, que comienza con el sonido del despegue de un avión, donde los coros marca de la casa llevan el tema a otra dimensión.
Las guitarras vuelven a crepitar en Here to stay, todo un tratado de Power Pop hecho en un sucio y destartalado garaje australiano. Para la siguiente, Got the news today, una trompeta le da un aire fronterizo, la guitarra suena a spaghetti western, y cuando te esperabas encontrar una cantina mexicana, los coros al estilo Beatle te vuelven a recordar las influencias de estos chicos. Una pintoresca canción sin duda.
Una guitarra acústica da comienzo a la breve y luminosa balada, Anyone who is anyone, donde también nos damos cuenta de que a The City Lights también les gustaban los Byrds. Más coros dulces y melodiosos para Grand pacific son, sin duda una de mis favoritas del disco, sonido Pop sesentero y una guitarra que suena a gloria. Sólo por este tema ya merece la pena que te hagas con este álbum.
Take a picture of the sun, suena a The Byrds por los cuatro costados, pero me da igual que no sean ellos, otra delicia para tus oídos: delicada emotiva y brillante. Vuelve el Power Pop para hacerte mover un poco el esqueleto, con End of story, un cruce entre The Jam y The Clash en menos de 2 minutos.
Y para ir finalizando el disco, guitarras que recuerdan al rock alternativo de los 90 ¿te acuerdas de Magnapop? y un pequeño guiño a The Kinks. Es lo que contiene The cost of living. El instrumental Spy theme 3, con un toque garajero, bien podría incluirse en la banda sonora de una película de espías.
El disco se cierra con You ain’t heard the last of us, que si hubiese salido en la época en la que los Mods y los Rockers se peleaban en las playas de Brighton, habría sido todo un éxito.
Así que si te gustan grupos como los Who, The Jam ,The Hoodoo Gurus, The Byrds o The Beatles, disfrutarás con este vibrante y brillante disco de The City Lights, que, como dije antes, no han inventado la pólvora, pero ni falta que hace. Nos basta con escuchar esa música que nunca pasará de moda, y con esos conciertos en directo tan matadores que nos ofrecen.
Hablar de Taj Mahal, es hablar de Henry Saint Clair Fredericks, un profesor de escuela y pianista, que quedó prendado del Blues en su estancia en la universidad, gracias sobre todo a la música de T-Bone Walker, que estaba enraizada profundamente en la música tradicional africana. Así que el bueno de Henry se hace llamar Taj Mahal y comienza una ardua tarea en la que se dedica a investigar y conservar la tradición del Blues Rural americano, y lo que es más importante, a buscar nuevos sonidos de diferentes estilos musicales y mezclarlos con el Blues.
En 1968 consigue un contrato con la compañía Columbia y graba su primer disco como Taj Mahal. En el grupo está el guitarrista de su anterior formación Rising Songs, el por entonces joven y desconocido Ry Cooder. El disco es un magistral tratado de Blues plagado de versiones de viejos guitarristas del género no muy reconocidos por entonces, y que Taj Mahal reivindica, como es el caso del bluesman Sleepy John Estes, del cual incluye tres canciones, Blind Willie Mc Tell, o los más conocidos, Sonny Boy Williamson y Robert Johnson.
Además, para cerrar el disco incluye una extensa versión Blues de más de 8 minutos de una canción tradicional titulada, The celebrated walkin’ blues, y como nota curiosa, el disco ya incluye un tema propio llamado E Z Rider, en el que el blues de raíces se electrifica y adquiere un toque más roquero.
En definitiva, si te gusta el Blues este disco no puede faltar en tu colección, y si no has investigado mucho por ese estilo musical, este es el disco ideal para que te des un buen chapuzón de Blues clásico, divertido, de fácil escucha que te deja un gran regusto en el paladar y con ganas de más,… así que ya sabes.