El chaval de la peca

El chaval de la peca

SALIENDO DEL ARMARIO/ El chaval de la peca

Hace ya unos cuantos años ya se hablaba del fin de la humanidad, fue en 1999 y, a pesar de que muchos incrédulos como yo se reían de todas las profecías habidas y por haber, una serie de acontecimientos ocurridos durante ese año terminaron haciéndome escuchar con el culo prieto las campanadas que anunciaban el cambio de siglo. Y es que ese año ocurrió lo impensable en el mundo de la música española: un artista antes conocido como Marc Parrot, y con una carrera discográfica bastante vanguardista y alternativa, veía como las mieles del éxito más arrollador llegaban a su nuevo proyecto El chaval de la peca. Un grupo en el que Marc Parrot haciendo honor a esta sección, salía del armario y demostraba su amor por Eurovisión, la copla, la rumba y los grandes cantantes hispanos de lo 60 y 70, revisando los grandes éxitos de aquella época con su toque personal.

El reconocimiento le llegó inicialmente a pequeña escala, primero en una gala de fin de año de la televisión catalana, y unos meses después gracias al anuncio de la compañía de comunicación Amena, en el que el grupo cantaba una versión del tema Libre, de Nino Bravo, que les hizo ser los reyes absolutos del cotarro en todo el país. A partir de entonces fue un año frenético lleno de apariciones en televisión y galas que le llevaron a recorrer con triunfo absoluto toda la piel de toro. Ese mismo año El chaval de la peca publicó nada menos que ¡¡3 discos!!, y entre los anuncios, las galas televisivas, y la promoción de sus álbumes, sonaba incansablemente en todos los mass media.

Y es que El chaval de la peca hizo algo muy sencillo, pero que quizás nadie se había atrevido a hacer hasta entonces, ya que rescató todos esos temas con los que convivió toda una generación, y que después con la llegada de la democracia, la movida, y esos aires de modernidad que se dio el país quedaron ocultos en el fondo del armario. Hasta que El chaval de la peca los rescató, e hizo que familias enteras, grandes y pequeños, bailasen en sus conciertos esos míticos temas. Sé que tú fuiste uno de ellos, no lo niegues, y es que con temazos tan ganadores como A-ba-ni-bi, ¿Y quién es él?, Soy un truhan soy un señor, Tómbola, o Dame veneno, es imposible no montar una buena fiesta.

Pero la magnitud del éxito que convirtió al chaval de la peca en una especie de Ziggy Stardust hispano alarmó tanto al cantante, que acabó con su personaje ese mismo año, retirándose a Miami a reconducir su carrera artística volviendo a su proyecto como Marc Parrot. Si eres de los que, como yo, necesitas de nuevo a un chaval de la peca en tu vida, aprovecha esta sección y proclama tu amor y tus ganas de que vuelva a la palestra. Quizás, entre este programa y la crisis económica reinante consigamos que El chaval de la peca vuelva a cantarnos todas esas canciones que se esconden en el rinconcito más privado de nuestro corazón.

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