Sabrina
SALIENDO DEL ARMARIO/ Sabrina
Ahora que nos encontramos en verano, y la canícula aprieta, mi mente empieza a evocar refrescantes imágenes guardadas a fuego en el subconsciente desde mi más tierna infancia. En la mayoría de ellas aparecen siempre tres elementos: música, agua fresquita,… y protuberancias femeninas… El porqué deberíais preguntárselo a Sigmund Freud, o quizás a una tal Sabrina Salerno. Y me da que mejor vamos a hablar de esta última, que es más adecuada para esta sección. Pues bien, corría el año 1987, época en la cual la música Italo Disco invadía sin remisión el sur de Europa, cuando un refrescante video de una pegadiza canción empezó a sacudir las conciencias (…y otras cosas) de la mayoría de jovenzuelos (y mayores) que no reaccionaban a ningún estimulo exterior mientras visionaban el videoclip.
La canción se titulaba Boys, y estaba grabada cutremente en la piscina de un hotel,… aunque no me preguntéis muchos más porque mi vista se centraba en ese glorioso bikini blanco que parecía a punto de desaparecer entre los voluminosos atributos de la fogosa genovesa. Sabrina Salerno comenzó como modelo, y después entró en el mundo de la televisión, hasta que en 1986 hizo de la mano de un DJ sus pinitos en el mundo de la música.
Un año después, conquistó España: primero con su aparición estelar en el Un Dos Tres (el programa más visto del país) y después en la escandalosa actuación en el programa especial de la Nochevieja de 1987 (que marcó a toda una generación), con las tomas falsas emitidas íntegramente (en las que se podía observar claramente como los obuses de la italiana se salían más de lo recomendable de su escaso top). El director del especial, Hugo Stuven, muy astuto él, dijo a la cantante y a su representante que esas imágenes no saldrían. Pero, a sabiendas del impacto que iban a generar, se emitió la actuación integra sin ningún tipo de censura.
Después de ese terremoto, la industria del entretenimiento vio el filón, y llegó el momento «pechos musicales». La televisión empezó a llenarse de cantantes femeninas bien servidas de busto, aunque la única que llegó a hacer un mínimo de sombra a nuestra italiana fue la inglesa Samantha Fox, a la que los medios ponían como gran competidora, y con quien hace tan sólo dos años grabaron juntas un cover del tema Call me, de Blondie. Demasiado tarde quizás,… y bueno, todos nos imaginábamos un combate entre las dos cuerpo a cuerpo de otra manera (mínimo una pelea de barro).
Aunque ha habido muchas críticas contra Sabrina, tachándola de que cantaba mal, y que sólo se valía de su cuerpo para vender discos, la verdad es que desde Ábrete De Orejas queremos destacar la importante labor social y educativa que hizo esta señora a finales de los 80, especialmente entre los más jovenzuelos. Así que tengan a bien en considerar esta sección mensual un homenaje especial a la personalidad de Sabrina Salerno.