Serie de televisión
PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
The jinx. Serie documental.
Andrew Jarecki (2015)-U.S.A.
Este mes os sugiero que le deis una oportunidad a esta mini-serie documental de seis capítulos, aunque lo más seguro es que acabéis viéndola de un tirón como yo, ya que los capítulos no llegan a los 45 minutos de duración y la serie engancha de verdad. La serie tiene bastantes similitudes con otra que ya recomendé en su día desde estas páginas, Making a murderer, estrenada el mismo año que The jinkx. En Making a murderer las directoras, con un amplio material de archivo propio y ajeno, documentaban la historia de un joven acusado de asesinato entrevistando a todas las partes implicadas. The jinx nos ofrece prácticamente lo mismo pero visto desde el ángulo completamente contrario. Si en la primera el acusado era un joven white trash de la América profunda, en The jinkx el acusado es el hijo de uno de los mayores propietarios de edificios de Nueva York.
Curiosamente el origen de este documental es una película que el director Andrew Jarecki había hecho 5 años antes. Esa película se tituló Todas las cosas buenas y era una versión libre, cambiando nombres y situaciones, de un suceso que había conmocionado a América: la detención por asesinato de Robert Durst, acaudalado heredero de una de las empresas innmobiliarias más grandes de Nueva York. Sinceramente la película es bastante floja y tampoco ayudan mucho las interpretaciones de los actores. Pero Robert Durst, la persona real en la que se basaba la película, no tuvo la misma impresión que yo al verla y quedó tan maravillado que se ofreció al director para que le realizara una entrevista en la que iba a contar toda la historia por primera vez, ya que en todos esos años Robert Durst se había negado a hablar con los medios de comunicación. El director, Andrew Jarecki, que se había documentado para hacer la película y conocía los entresijos del caso, aprovechó la oportunidad que le dio el interesado para acceder a un montón de información de primera mano que, junto con el relato del propio Robert Durst, nos va a ir mostrando de manera magistral con un montaje ágil y dinámico la vida y milagros de este sujeto tan especial.
Comprender a un personaje tan hermético como Robert Durst no es fácil pero el director consigue esbozar un perfil psicológico que nos ayuda a entender por qué Robert Durst se comportó y se comporta de esa manera. Desde el comienzo del documental nos irán surgiendo dudas que se irán acumulando tras el paso de los capítulos: ¿hizo la policía bien su trabajo?, ¿la familia tuvo que ver en el curso que tomaron las investigaciones?, ¿los miembros del jurado siguen viviendo la misma vida que antes del juicio?, la mejor amiga de Robert Durst, ¿fue algo más que su amiga?, y su mujer actual, ¿qué papel ha jugado en toda la historia? Por si fuera poco el final no puede ser más escalofriante; ni al mejor guionista se le hubiera ocurrido. Os aseguro que en cuanto acabéis de ver la serie os lanzaréis de cabeza a internet a buscar información actualizada de Robert Jinx. Eso sí, os aconsejo no mirar nada antes de ver la serie, cuanto menos sepáis mejor.
Con The jinx podréis comprobar que la realidad supera con creces la ficción, que el dinero no da la felicidad- aunque te permite contratar buenos abogados- y que si Robert Durst es tan gafe como parece, no me gustaría ser el director de la película.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Crematorio. Serie de televisión
Jorge Sánchez-Cabezudo (2011) – España
En estas dos últimas décadas se ha vivido una nueva edad de oro con respecto a las series producidas para la televisión. A día de hoy hacer una serie es más rentable que una película, así que cuando las grandes cadenas vieron dónde estaba el filón no dudaron en invertir gran parte de su dinero y todos sus medios logísticos para contratar a los mejores directores, guionistas, productores y actores para conseguir las mayores audiencias posibles. Este fenómeno, que situó a la cabeza de audiencias y beneficios a pequeños canales de televisión de pago como HBO, generó un soplo de aire fresco y de creatividad que se fue extrapolando al resto del mundo. Hoy en día cada vez hay más países productores de series que pueden competir de tú a tú con las series americanas (que ya se han convertido en superproducciones millonarias). España ha conseguido volver a exportar series a otros países, como es el caso de La casa de papel, y ha aumentado considerablemente la producción de series en todas sus cadenas. Pero fue hace una década cuando los responsables de Canal+ quisieron emular el éxito de HBO y produjeron Crematorio, una serie de ocho episodios que se emitieron en el canal de pago con una discreta audiencia. Un año más tarde y a raíz de los premios que recibió de los críticos, la cadena La Sexta compró sus derechos y emitió su primer capítulo, pero al no cumplir las expectativas de audiencia hizo que el resto de la serie fuera emitida en horas intempestivas con lo que a pesar de ser en abierto pocos pudieron disfrutarla en su momento.
Si en su día te perdiste esta magnífica serie, te recomiendo que te hagas con ella, porque en mi opinión es una de las mejores series de «ficción» de la historia de la televisión en España. Las comillas de la palabra ficción están colocadas intencionadamente, porque lamentablemente la realidad supera la ficción y nada que veamos en Crematorio no lo hemos visto en cualquier titular del periódico o cabecera del telediario en los años 90. La serie es una adaptación (bastante libre por cierto) de la novela homónima del escritor Rafael Chirbes, y nos cuenta la historia de la familia Bertomeu, con florecientes negocios en la costa valenciana y encabezada por el implacable Rubén Bertomeu, que es el que maneja con mano firme el conglomerado de empresas que dirige.
Desde el primer momento la serie te engancha, la calidad del producto está por encima de la media, la luminosa fotografía llena de color y calor la pantalla en contraposición a unos personajes fríos y calculadores que siempre intentan salirse con la suya y a cualquier precio. El guion es notable y nos describe perfectamente la situación del país y la personalidad de los principales protagonistas de esta apasionante historia. Los actores no se quedan atrás, destacando por encima de todos ellos y en el papel de Rubén Bertomeu, José Sancho que quizás aquí hace la mejor interpretación de su carrera (lo cual ya es decir mucho). En el terreno musical, como cabecera de la serie se utilizó la canción Cruzando el paraiso de Loquillo. No quiero comentar más sobre Crematorio, prefiero que descubras las intrigas de la familia Bertomeu, que son a la vez un reflejo de la España del pelotazo, y te des cuenta de por qué Crematorio se ha convertido en una serie de culto. Espero que algún día sea reconocida como se merece.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Black mirror. Serie de televisión.
Charlie Brooker (Creador), Owen Harris, Carl Tibbetts, Otto Bathurst, Euros Lyn, Brian Welsh, Bryn Higgins, James Hawes, Dan Trachtenberg, Jakob Verbruggen, James Watkins, Joe Wright, Jodie Foster, Toby Haynes, John Hillcoat, David Slade, Timothy Van Patten, Colm McCarthy (2011)- Reino Unido
Como ya he hecho en alguna ocasión anterior, voy a recomendar el visionado de una serie, en este caso la británica Black Mirror, que ya va por la cuarta temporada. Pero que el formato de serie no te engañe, cada capítulo de Black Mirror es totalmente independiente del anterior, es una nueva historia que solo tiene en común con las demás el tema tratado: la tecnología y cómo sus avances nos afectan en nuestras vidas, en nuestra manera de relacionarnos e incluso en nuestra manera de ser.
Los creadores de Black Mirror se posicionan claramente y nos presentan en cada capítulo un futuro distópico en el que los humanos, buscando la comodidad y la felicidad con la invención de nuevas tecnologías, lo que consiguen es un resultado bastante aterrador.
De los 19 capítulos que se han emitido hasta el momento, aunque hay alguno que puede estar un poco por debajo de los demás, la gran mayoría están a gran nivel. Si no os importa voy a destacar alguno, aunque como os digo os recomiendo ver la serie completa, y si es acompañada de vuestros hijos (seguramente más avezados que nosotros mismos en estas nuevas tecnologías), mejor que mejor.
El primer capítulo, quizás el más mediático de todos, titulado El himno nacional, es una corrosiva sátira de macabro humor en la que se despedaza la monarquía, la política y los medios de comunicación, y la utilización de los mismos para manejar a la opinión pública. Este capítulo fue emitido en abierto para todo el Reino Unido y tuvo una gran repercusión que hizo que los siguientes capítulos de Black Mirror fuesen esperados como agua de mayo.
El tercer capítulo, Tu historia completa, disecciona de manera magistral cómo las innumerables aplicaciones de los móviles consiguen hacerte sentir controlado, y su mala utilización puede provocar la destrucción de las relaciones entre las personas. Un oscuro futuro, que tal y como van avanzando las tecnologías de los gadgets, no queda tan lejos como pueda parecer. Inquietante capítulo.
Otro perturbador capítulo es Blanca Navidad, y qué mejores fechas que estas para verlo. En este caso se analiza qué nos puede pasar si abrazamos el uso de las nuevas tecnologías sin valorar el efecto que pueden causar entre nosotros y nuestros círculo de amistades.
Mi favorito es Caída en picado, en el que los «me gusta» que recibas en tus actividades diarias que cuelgas en tu perfil social, te hacen poder pertenecer a una escala social más elevada: cuantos más puntos, más facilidad para obtener lo que para ti sería una vida perfecta. Lo más aterrador acontece cuando esta misma semana nos enteramos que el gobierno chino ha presentado un proyecto que parece basado en este capítulo. Desgraciadamente la realidad supera la ficción.
Podría seguir destacando más y más capítulos, pero mejor os dejo que los veáis vosotros y saquéis vuestras propias conclusiones.
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PELíCULA RECOMENDADA (Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura)
Making a murderer. Serie documental
Moira Demos, Laura Ricciardi (2015)- U.S.A.
En esta ocasión os proponemos que le deis una oportunidad a este concienzudo y extenso documental que, debido a su duración (tanto por la cantidad de material mostrado como por el largo proceso de los acontecimientos que van sucediéndose), se extiende a más de 10 horas de proyección divididas en 10 capítulos. Ahora que el nivel de las series ha aumentado en cantidad y calidad, superando con creces a la del cine actual, vamos a rizar el rizo y a visionar esta serie documental (género que por cierto también disfruta de una salud plena a día de hoy) titulada con acierto Making a murderer.
La historia nos la presentan dos jóvenes estudiantes de cinematografía: Moira Demos y Laura Ricciardi descubren por casualidad un artículo en el New York Times sobre el caso de Steven Avery titulado ‘Freed by DNA, Now Charged in New Crime’ que les fascinó tanto que alquilaron un coche y, con una sola cámara, se dirigieron a Manitowoc (Wisconsin, EEUU) para empezar a rodar lo que hoy conocemos como Making a murderer.
A partir de aquí poco os podemos contar, os recomendamos que comencéis a ver el documental sin haber buscado información del «caso Avery»; cuanto menos conocimiento del asunto tengáis mejor, porque las directoras ya se van a encargar de ese tema desde el primer momento. Pero no temáis, tanta información no os va a hacer perder el hilo de esta historia, que os enganchará desde el primer capítulo y no os soltará hasta el último segundo del capítulo final.
Making a murderer nos cuenta la desoladora, cruda y real historia de Steven Avery, un joven habitante de la América profunda de nuestros días, concretamente del condado de Manitowoc, perteneciente al estado de Wisconsin, que entró en prisión a los 23 años y permaneció en ella 18 años (de 1985 a 2003).
Y hasta aquí podemos leer… Lo demás os lo dejamos a vosotros para que os sumerjáis en esta tremebunda historia, que no parece real, y que tristemente supera con creces a la realidad. Surrealismo puro y duro en la América más paleta, donde podremos observar desde dentro y con todo lujo de detalles a todos los actores reales de este sainete, todo un estudio psico-sociológico de los diferentes comportamientos del ser humano ante situaciones tan abrumadoras como las que van a sentir todos ellos, y vosotros también una vez que entréis en ese enrarecido ambiente de esos parajes lúgubres y fantasmagóricos de Manitowoc.
Making a murderer ya es un documental que ha pasado a la historia, y no solo por la ardua e inmensa labor de las dos directoras. La forma de contarnos la historia, en nuestra humilde opinión, da en el clavo y, aunque en los capítulos finales se repita alguna información que ya conoces, logra mantenerte con atención (presumiblemente con las manos echadas a la cabeza) durante la mayor parte de sus más de 10 horas de duración, e incluso ha conseguido levantar ampollas en parte de la población americana…. Avisados quedáis.
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