Con el fin de las restricciones de la dichosa pandemia hemos podido vivir un intenso verano cargado de conciertos. Ese es el hábitat natural de Ábrete de Orejas y el que más echábamos de menos. Afortunadamente hemos tenido a nuestro lado a nuestra amiga música y nuestro amigo cine durante la época más oscura. Así que este programa va a ser la banda sonora de este tórrido pero maravilloso verano que hemos vivido, y en el cual hemos disfrutado de algunas de nuestras bandas preferidas, y lo que es más importante, hemos descubierto otras que tenemos muchas ganas de que conozcas. ¡Dale al play y disfruta!
Ábrete de Orejas Nº 107
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Comenzamos sección para honrar homenaje a esas canciones que no puedes parar de escuchar una y otra vez. Y eso mismo es lo que me pasó después de ver en directo a The Kleejoss Band, presentando su segundo disco Villa modesta, en la sala La Ley Seca de Zaragoza. Estas son algunas de mis impresiones del concierto. Con un impresionante sonido, fueron descargando su set de canciones, algunas de las cuales ya conocía, pues poseo el primer disco de la banda, Wind city haze. Pero de repente unas excelentes guitarras dieron comienzo a una canción de su nuevo álbum.
El tema The ballad of the working class man (ya sólo por el título podía haberse incluido en cualquier trabajo del Boss, o de John Cougar Mellencamp) me dejó anonadado. Y esperé que en los bises volvieran a darnos una lección de Rock and Roll con ella. Pero no fue así, aunque tampoco puedo quejarme porque terminar un conciertazo con versiones de Lynyrd Skynyrd, Neil Young y un apoteósico final con el Baba o’ Riley de los Who no se disfruta todos los días. Así que todavía en estado de trance, después de la intensidad de la descarga, adquirí en el puesto de merchandising del grupo su nuevo disco Villa modesta, y desde entonces ha pasado a formar parte en la banda sonora de mi vida.
El disco está muy bien, aunque no vas a encontrar nada mejor que meterte entre pecho y espalda un concierto de la Kleejoss Band, esa esencia de una gran banda tocando en directo en un pequeño club es imposible de trasladarla incólume a un disco de estudio. Pero a pesar de todo Villa Modesta te deja con un excelente sabor de boca (de oído en este caso) en cada escucha, con grandes momentos en la totalidad de sus canciones.
Pero si hay una de ellas que te engancha desde el principio y no te suelta hasta el final es The ballad of the working class man, esa historia de un jugador al que la suerte le va a acompañar por fin, y tiene que aprovecharla. (El título como podéis comprobar es pura ironía)
La canción tiene un riff memorable y una música que te pone las pilas desde el principio. Suena en mi reproductor y en mi cabeza una y otra vez.
Así que te recomiendo que te hagas con el nuevo disco de The KleejossBand, o mejor aún, que participes en la catártica experiencia que significa asistir a un concierto suyo.
Consejos para pinchar The ballad of the working class man:
PONLA SIEMPRE:
-En los garitos donde te encuentres un caballo atado a la puerta del mismo
-En el mismo momento que disparen al pianista
-Todas las mañanas antes de salir a recoger el ganado y marcar las reses
-Acompañándola a tu almuerzo «ranchero» (huevos rotos, bacon, longaniza y todos los «Sacramentos»).
NUNCA LA PONGAS:
-En una convención de «fans» de Justin Bieber.